Los conservadores británicos de Boris Johnson se mantienen a la baja y su ventaja sobre el laborismo de Keir Starmer, que sigue creciendo, se reduce a menos de 6 puntos. Esta distancia entre ambos partidos dista mucho de la que había en marzo, cuando los conservadores tenían una ventaja de 25 puntos. La gestión del Covid-19, el fin del efecto rally-round-the-flag, el escándalo Cummings (asesor principal de Johnson que se saltó la cuarentena) y la renovación del liderazgo laborista estarían detrás de estos cambios.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, los conservadores pierden 5 puntos en un mes y se sitúan con un 43 % de intención de voto, algo por debajo del porcentaje que obtuvieron en las últimas elecciones generales. El Partido Laborista sigue al alza y sube 5 puntos hasta el 37,3 %. Los Liberal Demócratas se mantienen como tercera fuerza con un 7,7 %, aún varios puntos por debajo del resultado de las elecciones del pasado diciembre. Los nacionalistas escoceses se sitúan con un 4,8 %; los Verdes bajan hasta el 3,4 %; el Brexit Party se sitúa con un 1,8 %; y los nacionalistas galeses, con un 0,5 %.
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