El socialdemócrata Armonía, representante de la minoría rusa y ganador de las últimas tres elecciones (2011, 2014 y 2018), se hunde y se queda sin representación parlamentaria. Armonía se había opuesto firmemente a la invasión rusa de Ucrania. El centroderechista Nueva Unida, partido liderado por el primer ministro Krišjānis Kariņš, sin embargo, pasa de séptima a primera fuerza política del país. Los cuatro partidos que tuvieron más votos en 2018 se han derrumbado electoralmente en estos comicios, quedando fuera del Parlamento (entre ellos dos presentes en la actual coalición de gobierno). Por otro lado, la elevada barrera electoral (5 % nacional) deja sin representación a un 28 % de los votantes, alcanzando el 39 % en la región de Latgale y un 32 % en Riga, donde más se concentra la minoría rusa.
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