El centroizquierdista PSD rumano ya está sufriendo el desgaste de la inestabilidad política durante este año de gobierno. Desde las elecciones de diciembre de 2016, en las que ganaron con un 45,5 % de los votos, ha habido tres jefes de gobierno diferentes. La caída de los primer ministros ha sido la pérdida de confianza entre estos y el líder del PSD, Liviu Dragnea, que no puede ser elegido primer ministro al estar condenado por fraude electoral, pero ejerce un fuerte control sobre el gobierno. Tras las elecciones de 2016, el Parlamento eligió a Sorin Grindeanu para presidir el gobierno. Sin embargo, en abril se empezaron a deteriorar las relaciones entre el líder socialdemócrata y Grindeanu. En junio, los diputados del PSD, junto a su socio ALDE, impulsaron una moción de censura contra su propio primer ministro, la cual fue aprobada. Después, elegirían como su sucesor a Mihai Tudose. Sin embargo, en enero de este año tuvo que dimitir después de pedir la dimisión de su ministra de Interior, muy cercana al líder del partido, lo que creó un nuevo conflicto entre Dragnea y el primer ministro. Tras la dimisión de Tudose, eligió a Viorica Dăncilă, también socialdemócrata, como nueva primer ministra, la primera mujer en la historia de Rumanía.
Esta inestabilidad política vivida durante estos 15 meses de gobierno del PSD, unido a la poca confianza que genera entre la ciudadanía el líder socialdemócrata, Liviu Dragnea (con apenas un 9 % de aprobación), ha llevado al partido socialdemócrata a desplomarse en las encuestas. Según la última encuesta de Sociopol, el PSD cae 17 puntos en los últimos 6 meses, situándose con un 34 % de intención de voto. El conservador Partido Nacional Liberal sube 6 puntos hasta el 33 %, situándose a solo 1 punto de los socialdemócratas. La Unión Salvar Rumanía sube 5 puntos hasta el 12 % y se mantiene como tercera fuerza política. La centroderechista Unión Democrática de Húngaros sube hasta el 6 %; el Movimiento Popular sube hasta el 5 %; y el socio del PSD, el centroderechista ALDE (Alianza de Liberales y Demócratas) baja hasta el 5 %.