La victoria del Partido del Brexit de Nigel Farage y la gran subida de los liberal demócratas hasta la segunda posición en las elecciones europeas del pasado 23 de mayo, da aire a estos partidos y revoluciona la intención de voto para unas elecciones generales. Las elecciones europeas y la dimisión de May, ante la incapacidad de aprobar un plan de Brexit, cambia el panorama electoral británico, hundiendo a laboristas y conservadores, que en 2017 sumaron más del 80 % del voto y ahora se sitúan en el 40 %.
El Partido del Brexit sube hasta el 23 %, aglutinando a los votantes conservadores favorables a un Brexit duro y a los votantes de UKIP, que prácticamente desaparece. Los laboristas, cuya posición sobre el Brexit es ambigua (en el referéndum defendieron el Remain, pero ahora apoyan un Brexit con acuerdo y rechazan un segundo referéndum), se hunden hasta el 22,5 %. Los conservadores, que en las europeas fueron quinta fuerza con menos del 9 % del voto, caen hasta el 19 %. Los liberal demócratas, que en las europeas consiguieron ser segunda fuerza con casi un 20 %, aglutinan gran parte del voto europeísta y suben hasta el 19 %. Los verdes, que en las europeas llegaron a superar a los conservadores y se quedaron a solo 2 puntos de los laboristas, suben hasta el 7 %. La suma del Partido Nacional Escocés y el Partido de Gales se mantiene con un 5 % de intención de voto. El nuevo partido europeísta (formado por ex miembros laboristas y conservadores) Change UK baja hasta el 2 %. Por último, el UKIP se hunde por la aparición del Partido del Brexit y se sitúa con solo un 1 %.