A principios de este mes Alemania vivió un auténtico terremoto político. El líder liberal de Turingia era investido presidente de este estado oriental con los votos de democristianos y de la ultraderecha. Esto generó una gran polémica en el país, con grandes críticas desde la izquierda y desde la dirección federal de la CDU. El líder federal de los liberales se tuvo que enfrentar a una cuestión de confianza dentro de su partido (que revalidó su liderazgo), el presidente liberal de Turingia tuvo que dimitir solo unos días después de ser elegido y la líder federal de los democristianos renunció a liderar el partido de cara a las elecciones del próximo año, en las que debía suceder a Merkel.
Así, toda esta situación ha tenido sus efectos en la intención de voto. Los liberales han caído varios puntos, mientras que los partidos de la izquierda (SPD y Die Linke) han visto mejorar su posición. De acuerdo con la última media de encuestas electorales, la CDU/CSU se mantiene primera con un 27 %, 5 puntos por encima de Los Verdes, que continúan con un 21,9 %. El SPD sube más de un punto y medio hasta el 14,7 % y recupera la tercera plaza. La ultraderechista AfD continúa con un 13,7 %, ligeramente por encima del resultado de las pasadas elecciones. El Die Linke sube 1 punto hasta el 9,7 % y adelanta a los liberales del FDP, que caen dos puntos hasta el 6,7 %.