El Die Linke, que durante los últimos años había ocupado el Gobierno de Turingia, fue expulsado del poder hace unos días tras elegirse al líder liberal de este estado oriental como ministro-presidente con los votos de la CDU y la ultraderechista AfD. Este hecho, el que fuera elegido con los votos de la ultraderecha, que en Alemania está sometida a un cordón sanitario por parte de todos los partidos de la izquierda y la derecha, supuso un escándalo político en el país. Los partidos de izquierda y la CDU llamaron inmediatamente a una convocatoria de elecciones, negándose a colaborar con el nuevo ministro-presidente, y rechazando cualquier cooperación con los ultras. La canciller Merkel calificó esta situación como algo «imperdonable». Finalmente, tras todas estas reacciones en la política alemana, el elegido ministro-presidente, el liberal Thomas Kemmerich, dimitió. Ante la ausencia de mayorías de gobierno en el parlamento estatal, lo más probable es la convocatoria de nuevas elecciones.
Así, ante la posibilidad de unos nuevos comicios estatales, ya se han publicado las primeras encuestas. Las dos que se han hecho públicas coinciden en que Die Linke sube, CDU baja y AfD se mantiene igual. La última de estas, realizada por Forsa, indica que la izquierda recuperaría la mayoría y que Die Linke subiría hasta el 37 %, superando en 13 puntos a la ultraderecha. La CDU perdería casi 10 puntos hasta situarse en el 12 %. Socialdemócratas y Verdes se situarían con un 9 % y un 7 %, respectivamente. El FDP obtendría un 4 %, quedándose sin escaños.
La otra encuesta, de Insa, muestra un escenario algo diferente. La izquierda sube, pero se mantiene aún por ligeramente por debajo de la derecha, que podría mantener la mayoría. Die Linke también sube, aunque de forma más moderada, situándose con un 34 % de intención de voto. La AfD se mantiene con 23 % y la CDU cae hasta el 19 %. El FDP sube hasta el 7 % y Socialdemócratas y Verdes se colocan con un 6 %.