La coalición ultraconservadora Derecha Unida, liderada por Ley y Justicia (PiS), en el gobierno desde 2015, finaliza 2020 con una fuerte pérdida de intención de voto. El año ha estado marcado por el Covid-19, que en un principio impulsó (como a la mayoría de gobiernos del mundo por el efecto ‘rally-round-the-flag’) al PiS; por el endurecimiento de la regulación del aborto por decisión del Tribunal Constitucional, lo que originó una gran movilización en el país, que debilitó durante los últimos meses del año al PiS; y el enfrentamiento con las instituciones europeas por la negociación de los fondos europeos y el veto que los gobiernos polaco y húngaro aplicaron ante la inclusión de una vinculación de estos con el respeto por el Estado de Derecho. Precisamente, debido a la posición del gobierno en este último tema, se rompió la Coalición Polaca, con la formación derechista Kukiz’15, que apoyó el veto, saliendo de su alianza con el PSL. Por otro lado, el surgimiento de Polonia2050 también ha debilitado la posición del partido del gobierno y aumentado el apoyo a los partidos opositores.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, la Derecha Unida del PiS baja 9 puntos hasta el 32,6 % (11 puntos menos que en las elecciones de 2019). La liberal Coalición Cívica baja ligeramente hasta el 22,6 %, ante el empuje del centrista Polonia2050, formado por Szymon Hołownia (candidato en las presidenciales del año pasado que quedó tercero) y que irrumpe con un 13,5 %. La Izquierda baja hasta el 8,5 %; la ultraderechista Confederación cae hasta el 5,7 %; la Coalición Polaca se queda con un 4,8 %; y Kukiz’15 se sitúa con un 2,4 %.
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