La centroizquierdista Voz-Socialdemocracia se mantiene como primera fuerza política de Eslovaquia, manteniéndose así prácticamente desde su fundación hace unos 7 meses. Este partido es una escisión de Dirección-Socialdemocracia (Smer-SD) liderada por el ex primer ministro Peter Pellegrini y de cariz más progresista, rechazando los acercamientos a la ultraderecha y el discurso más conservador del líder de Smer-SD, Robert Fico, salpicado además por escándalos de corrupción y del asesinato de un periodista que los investigaba. Los partidos del actual gobierno conservador no remontan y difícilmente podrían repetir, al situarse por debajo del 37 % de intención de voto (más de 8 puntos por debajo del resultado de las últimas elecciones).
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, Hlas-SD se sitúa con un 24 % de intención de voto, situándose 10 puntos por encima del libertario SaS, que se coloca con un 14 % (8 puntos por encima del resultado de las últimas elecciones). El centroderechista Gente Común (OL’ANO), que lidera el actual gobierno, se mantiene con un 12 %, menos de la mitad de lo que obtuvo en las pasadas elecciones. El Smer-SD de Robert Fico se mantiene cuarto con un 8,9 % y la Eslovaquia Progresista de la presidenta Čaputová sube hasta el 6,9 % y ahora sí podría conseguir representación.
En torno a la barrera electoral del 5 % se sitúan el liberal Para el Pueblo, con un 5,3 %; el neonazi L’SNS, que baja hasta el 5,2 %; el ultraderechista Nuestra Familia, con un 5,2 %; y el Democristiano, con un 4,9 %. Por debajo de la barrera se colocan el Partido de la Comunidad Húngara, con un 2,8 %; el ultraderechista Partido Nacional Eslovaco (SNS), con un 2,6 %; el ultraderechista Vlast, con un 2,3 %; Buena Elección, con un 1,8 %; Puente, con un 1,5 %; y Juntos, con un 0,6 %.
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