La coalición ultraconservadora Fidesz-KDNP del primer ministro Viktor Orbán ganaría las elecciones legislativas de Hungría, según las encuestas electorales. La alianza derechista vencería frente a la candidatura unitaria opositora, que no conseguiría ganar ni en votos. Fidesz lleva en el gobierno desde 2010, cuando ganó ampliamente después de 8 años de gobierno socialista, marcado por la crisis, la austeridad impuesta ante esta y diversos escándalos. Estas elecciones coincidirán con la celebración de un referéndum para limitar la visibilidad LGTBI en la educación.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, la alianza Fidesz-KDNP rozaría el 50 % del voto, revalidando los resultados de las últimas elecciones. Unidos por Hungría se quedaría con en torno al 44 % del voto. Esta coalición está liderada por el alcalde conservador de Hódmezővásárhely, Péter Márki-Zay, y formada por los centroizquierdistas Coalición Democrática, Socialista, Verde, Diálogo y Movimiento 99, los liberales Momentum, Nuevo Comienzo y Partido Liberal, y los conservadores Jobbik, Movimiento de Todos y Partido Popular del Nuevo Mundo. El ultraderechista Nuestra Casa se sitúa con un 3 %, en empate con el satírico Perro de Dos Colas.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que las encuestas electorales en Hungría presentan, al igual que los medios que las publican, un relevante sesgo en favor del gobernante Fidesz. Como ejemplo, en las elecciones locales de Budapest, todas las encuestas daban la victoria a Fidesz, pese a que finalmente el candidato opositor Gergely Karácsony acabó ganando por 7 puntos.
En segundo lugar, también hay que considerar el sistema electoral, que con su reparto de más de la mitad de los escaños mediante distritos uninominales, beneficia a Fidesz frente a la oposición, aunque esta vez en menor medida debido a la unidad opositora.
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