Las elecciones legislativas de Hungría de mañana ponen a prueba los 12 años de gobierno consecutivo del ultraconservador Viktor Orbán. La mayoría de encuestas electorales le dan una cierta ventaja. Sin embargo, la última encuesta electoral publicada antes de las elecciones muestra un empate técnico entre la alianza gubernamental y la opositora. Pese a ello, el sistema electoral beneficia en mayor medida a Fidesz y podría evitar una mayoría parlamentaria opositora.
De acuerdo con esta encuesta electoral de Publicus, Fidesz pierde 1 punto en la última semana y se coloca con un 47 % de intención de voto, un par de puntos por debajo del porcentaje de las últimas elecciones legislativas. Unidos por Hungría, la alianza opositora que engloba a socialdemócratas, liberales y conservadores contrarios a Orbán, sube ligeramente hasta el 47 %. El ultraderechista Nuestra Casa se sitúa con un 3 % y el satírico Perro de Dos Colas se coloca con un 2 %.
La campaña electoral ha estado muy centrada en la guerra de Ucrania. Viktor Orbán ha tratado de venderse como el candidato de la paz, aludiendo a que la oposición tiene una posición más beligerante contra Putin y que eso sería meter a Hungría en una guerra. La mayoría de húngaros, según las encuestas, comparte la posición de neutralidad que ha adoptado el gobierno de Orbán, por lo que la presencia de este asunto en la campaña no ha beneficiado a la oposición. Por otro lado, los medios y recursos con los que cuenta la oposición son bastante inferiores a los de Fidesz, con una gran cantidad de recursos económicos y todos los medios de comunicación a su disposición.
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