Los democristianos de CDU/CSU se mantienen como primera fuerza política a nivel federal a poco más de un año de las próximas elecciones federales de Alemania. Los democristianos doblan en intención de voto a los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, que no levantan cabeza desde el inicio de la legislatura, cuando la crisis energética por la guerra de Ucrania, algunas políticas impopulares y la falta de cohesión de una coalición muy heterogénea dañaron la popularidad del gobierno.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales en Alemania, los democristianos se sitúan con un 31 % de intención de voto, 7 puntos por encima del resultado de 2021. La ultraderechista Alternativa para Alemania se mantiene en segunda posición y obtendría su mejor resultado histórico, con un 17 %. Los socialdemócratas, por el contrario, continúan 11 puntos por debajo, quedándose con un 15 %. Los Verdes siguen sufriendo el desgaste y se quedan con un 12 %, 3 puntos por debajo de las elecciones de 2021. La izquierda nacional-conservadora de la Alianza Sahra Wagenknecht entraría con fuerza, al registrar un 8 %, lo que hundiría a Die Linke, que apenas mantendría un 3 %. El liberal FDP continúa en torno a la barrera electoral del 5 % y el centroderechista Votantes Libres se queda en el 1,5 %.
El próximo mes de septiembre, en Alemania habrá elecciones estatales en Sajonia, Turingia y Brandemburgo, en los que la AfD cuenta con opciones de convertirse en la fuerza más votada y se espera una importante irrupción de la izquierda nacional-conservadora del BSW. Esto podría impactar de nuevo en la política federal, ya sea reforzando la posición de estos partidos o movilizando a sectores más progresistas del electorado frente a su ascenso.
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