En el contexto de la campaña electoral para las próximas elecciones presidenciales y legislativas en Rumanía, las tensiones entre los socios de coalición, el Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL), han alcanzado un nuevo punto álgido. A pesar de la creciente fricción, ambos partidos descartan, por el momento, una ruptura de la alianza de gobierno.
La tensión se ha intensificado en las últimas semanas, impulsada por declaraciones cruzadas entre líderes de ambas formaciones. Nicolae Ciucă, presidente del PNL y ex primer ministro, sugirió que el PSD debería reconsiderar su postura en la coalición si no están satisfechos con el rumbo actual del gobierno, después de los ataques recibidos por su formación en el Congreso del PSD del pasado fin de semana. Esta afirmación provocó una respuesta inmediata de Marcel Ciolacu, líder del PSD y actual primer ministro, quien defendió la estabilidad de la coalición, aunque admitió las dificultades en la convivencia entre ambos partidos. Además, sigue apostando por una reedición de esta coalición tras las elecciones parlamentarias del mes de diciembre.
Por otro lado, Cristian Bușoi, un destacado miembro del PNL, ha pedido abiertamente la retirada de los ministros liberales del gobierno como una forma de presionar al PSD, lo que ha generado preocupación sobre la posible escalada de las tensiones dentro del Ejecutivo. A pesar de estos roces, ambos partidos parecen coincidir en la importancia de mantener la alianza hasta las elecciones, evitando una crisis gubernamental que podría perjudicar su rendimiento electoral. No obstante, las diferencias programáticas y las rivalidades personales siguen siendo un desafío constante.
En medio de esta agitación política, una reciente encuesta reveló que tanto Ciucă como Ciolacu se perfilan como los principales contendientes en una hipotética segunda vuelta de las elecciones presidenciales, lo que añade un nuevo nivel de complejidad a la relación entre ambos partidos. Con el PSD y el PNL preparándose para enfrentar a un electorado dividido, las próximas semanas serán cruciales para definir el futuro de la coalición y, en última instancia, el panorama político de Rumanía. Ambos partidos concurrieron juntos a las elecciones europeas del pasado mes de junio, ganando con un 48,6 % del voto frente al 14,9 % del ultraderechista AUR, y empezaron a gobernar en coalición en noviembre de 2021. Sin embargo, la campaña electoral parece indicar que hará elevar la tensión entre ambos socios, dificultando el trabajo de la coalición durante los últimos meses de legislatura.
Be the first to comment