Los socialdemócratas de Brandeburgo recortan distancias con la ultraderecha durante la campaña electoral para las elecciones estatales del domingo 22 de septiembre. El temor a una victoria de la ultraderecha, tras los buenos resultados cosechados por Alternativa para Alemania en Turingia y Sajonia, estaría beneficiando al SPD, que lidera actualmente el gobierno estatal, en una coalición con democristianos y verdes. Desde julio, la ventaja de AfD se ha reducido a la mitad pese a haber continuado con su crecimiento. Los socialdemócratas se acercan, de hecho, a repetir el resultado electoral de 2019, cuando llevan casi dos años bastante por debajo en intención de voto.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, AfD crece hasta el 28,5 %, por lo que podría pasar de segunda a primera fuerza política estatal. Sin embargo, si hace unos meses parecía clara la victoria de los ultraderechistas, hoy no se puede dar por hecha. Su ventaja sobre el SPD, que ha crecido 7 puntos en menos de dos meses, hasta el 25 %, es suficientemente reducida como para poder experimentarse un vuelco en la última semana. Los democristianos de la CDU bajan hasta el 15 %, colocándose a niveles de las elecciones de 2019. Muy cerca se quedaría la izquierda nacional-conservadora de la Alianza Sahra Wagenknecht, que baja hasta el 13,5 %, dado el contexto de polarización actual. Los Verdes se mantienen débiles, quedándose en un 5 %. Si bajaran de la barrera electoral y quedaran sin representación, no podría darse una reedición de la actual coalición de gobierno. El Movimiento de Ciudadanos Unidos, asociado al centroderechista Votantes Libres, se sitúa con un 4 %, pudiendo perder su actual representación. Die Linke, con un 3,5 %, también se quedaría por debajo de la barrera. El liberal FDP se ve prácticamente desaparecido, al igual que sucedió en Sajonia y Turingia, y apenas mantendría un 1 %.
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