La escisión de Fidesz, Respeto y Libertad (TISZA), liderada por Péter Magyar, antiguo colaborador del primer ministro Viktor Orbán sigue asentándose como principal alternativa de gobierno al actual ejecutivo ultraconservador. De ideología también conservadora, su ruptura con Orbán y su denuncia de la corrupción gubernamental le convirtió en segunda fuerza en las elecciones europeas, con un destacado 29 % del voto, muy por encima del resto de formaciones opositoras. Buena parte de los votantes opositores, aun de ideas más progresistas, estarían optando por esta formación al irrumpir como la primera alternativa viable con capacidad de batir en las urnas a Fidesz.
De acuerdo con la última encuesta electoral de Závecz Research, realizada en los últimos días de agosto, Fidesz-KDNP se mantiene en primera posición en intención de voto, pero pierde 3 puntos respecto a junio y se coloca con un 42 %, acumulando un descenso de 12 puntos respecto a las elecciones de 2022. Por su parte, TISZA crece 6 puntos, mayormente a costa de otros partidos opositores, y escala hasta el 33 %, casi el porcentaje que sumó la alianza de toda la oposición en las pasadas elecciones. La Alianza Socialdemócrata-Verde, dentro de la cual se encuentra la Coalición Democrática, que actualmente lideraba la oposición, se queda con apenas un 10 %. El ultraderechista Nuestra Patria repunta hasta el 7 %, ligeramente por encima de su último resultado electoral. El liberal Momentum baja hasta el 2 %, mismo porcentaje que consigue el satírico Perro de Dos Colas. Verde y Jobbik registran cada uno un 1 % de intención de voto.
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