Los democristianos llegan al fin de la campaña electoral como claros favoritos para las elecciones federales de este domingo 23 de febrero. El democristiano Friedrich Merz será previsiblemente el próximo canciller de Alemania en sustitución del socialdemócrata Olaf Scholz, que llevaría a su partido hasta el peor resultado desde 1887. Pese a ello, los socialdemócratas podrían mantenerse en el próximo gobierno federal, como socios minoritarios de los democristianos. Sería la única alternativa con mayoría absoluta que podría salir de las elecciones, dado que una coalición entre democristianos y verdes, que fue rechazada por la CSU bávara, podría quedarse a unos escaños de la mayoría.
De acuerdo con la última media de encuestas, los democristianos no avanzan durante la campaña electoral y se mantienen cerca del 30 %, pudiendo incrementar su representación en aproximadamente una veintena de escaños, hasta el entorno de los 218. La ultraderechista Alternativa para Alemania sí sufre cierto retroceso durante la campaña, después de meses de crecimiento, y se sitúa con alrededor de un 20 %. Con ello, incrementarían muy significativamente su representación parlamentaria, hasta cerca de los 150 escaños. Mientras, el SPD baja hasta el 15,5 %, en buena medida como consecuencia de la impopularidad de Olaf Scholz y su gobierno, y pasaría de 207 a 115 parlamentarios. Los Verdes se quedan con un 13 %, un par de puntos por debajo que en las pasadas elecciones, y podrían perder una veintena de escaños hasta los 94.
Una de las grandes sorpresas de esta campaña ha sido el resurgimiento del izquierdista Die Linke, cuyas campañas digitales y los discursos de sus líderes contra la AfD han conseguido tener éxito, especialmente entre votantes jóvenes. Así, el partido de izquierda radical sube más de 3 puntos en apenas unas semanas y se sitúa con un 7,5 %, lo que le aseguraría la representación en el Bundestag. Mientras, su escisión nacional-conservadora del BSW se queda con un 4,5 %, que sería insuficiente para conseguir escaños. Sin embargo, alcanzar el 5 % establecido como barrera sería aún posible, lo mismo que sucedería en el caso del liberal FDP, con un leve repunte en estas semanas de campaña y que también lucha por mantener su presencia en el Bundestag.

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