DELHI (India): El derechista BJP de Modi se hace con el gobierno ante el desgaste de 10 años del progresista AAP

En un giro político significativo, el Bharatiya Janata Party (BJP) del primer ministro Narendra Modi ha logrado una importante victoria en las elecciones de la Asamblea Legislativa de Delhi de 2025, recuperando el control de la capital india después de 27 años. Según los resultados oficiales, el BJP obtuvo 48 de los 70 escaños disponibles, superando al progresista Aam Aadmi Party (AAP), que había gobernado Delhi desde 2015 y que en esta ocasión consiguió 22 escaños. Por primera vez desde 2013, el BJP ha logrado ser el partido más votado en el territorio capitalino, cosechando un 45,9 % del voto. Pese a la gran diferencia en escaños, el BJP apenas se impuso por 2 puntos de voto, con un crecimiento de 10 puntos con respecto a 2020 frente a la caída de 10 puntos del AAP. La participación volvió a caer, situándose en el 60,5 %.

Esta victoria marca un cambio notable en la política de Delhi, donde el AAP, bajo el liderazgo de Arvind Kejriwal, había mantenido una posición dominante durante la última década, basando su popularidad en políticas de bienestar social y una postura firme contra la corrupción. Sin embargo, en los meses previos a las elecciones, el AAP enfrentó serias acusaciones de corrupción, incluyendo la detención de Kejriwal y otros líderes clave por cargos de soborno relacionados con una política de licencias de licor. Aunque Kejriwal y su equipo negaron las acusaciones, calificándolas de conspiraciones políticas, estos eventos parecen haber afectado negativamente la percepción pública del partido. Detrás del desgaste del partido también se encuentran la polémica, alimentada por el BJP, sobre supuestas irregularidades en la remodelación del palacio gubernamental Sheesh Mahal y los escasos avances en aspectos como la calidad del aire o las infraestructuras. Además, para el AAP, Delhi era su principal feudo, siendo el territorio más importante que gobernaban, por lo que esta derrota supone un importante golpe para el partido.

El nacionalista hindú BJP, por su parte, capitalizó estas controversias y centró su campaña en promesas de desarrollo y bienestar económico, prometiendo mejorar la gobernanza de Delhi gracias a su coordinación con el gobierno nacional de Modi. Así, el partido matizó y dejó en un segundo plano sus posiciones políticas nacionalistas del Hindutva, centrándose en las preocupaciones materiales de la ciudadanía y usando la popularidad de Modi, que participó activamente en la campaña. Entre sus propuestas destacaban pagos mensuales para mujeres de bajos ingresos, subsidios para el gas de cocina o pensiones incrementadas para ancianos y viudas. Estas iniciativas estaban diseñadas para atraer a los votantes de clase media y baja, sectores que anteriormente habían respaldado al AAP debido a sus políticas redistributivas, pero descontentos con la situación política del territorio y algunas promesas incumplidas por el gobierno.

La derrota del AAP también estuvo marcada por la pérdida de escaños de figuras prominentes del partido. Arvind Kejriwal, quien se postulaba desde la circunscripción de New Delhi, fue derrotado por Parvesh Verma, hijo del último ministro principal del BJP en Delhi. Asimismo, el ex viceprimer ministro Manish Sisodia perdió su escaño por estrecho margen ante Tarvinder Singh Marwah del BJP. Estas derrotas simbolizan un cambio significativo en el panorama político de Delhi y plantean preguntas sobre el futuro liderazgo del AAP en el territorio, que hasta 2015 había sido dominado por el Congreso Nacional. Este partido, que lidera la oposición a nivel nacional, logró incorporar a AAP en las elecciones generales del año pasado, pero ha sido muy crítico con el partido gubernamental en la campaña, criticando la corrupción y las promesas incumplidas. La división del espacio progresista secularista ha sido determinante en esta ocasión para la victoria del BJP.

La victoria del BJP en Delhi se suma a una serie de éxitos electorales recientes para el partido, incluyendo victorias en las elecciones estatales de Haryana y Maharashtra. Estos triunfos refuerzan la posición de Narendra Modi y su partido en la política india, consolidando su influencia tanto a nivel estatal como nacional. Después de las elecciones generales del año pasado, Modi quedó algo tocado, después de que el BJP perdiera su mayoría absoluta y tuviera que depender de sus partidos aliados. En una campaña en la que la expectativa era lograr una mayoría de dos tercios con la que realizar cambios constitucionales que reafirmaran el proyecto nacionalista hindú del partido, el crecimiento de la oposición fue un varapalo para Modi. Sin embargo, los resultados de las elecciones que se han venido celebrando posteriormente, han vuelto a dar aire al partido del primer ministro, que sigue siendo la figura política más popular del país.

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