Superado ya el ecuador de la legislatura en Grecia, el país se mantiene en un punto de mayor apatía política por parte de la ciudadanía, con un gobierno que acusa el desgaste, si bien se ve muy beneficiado por la extrema fragmentación política actual, especialmente en la oposición de izquierdas. Unas elecciones dejarían hoy un escenario de difícil gobernabilidad, sin mayorías para ningún partido, debiendo Nueva Democracia tener que alcanzar un acuerdo con la derecha ultranacionalista ortodoxa de Solución Griega o los socialdemócratas del PASOK, que podrían verse inclinados a seguir en la oposición para consolidar su nueva posición de liderazgo en la izquierda.
La cuestión migratoria ha vuelto en los últimos meses al centro del debate, con la aprobación en septiembre de una polémica ley que endurece drásticamente el régimen de asilo: contempla penas de cárcel y multas para quienes, tras un rechazo, no abandonen el país, y extiende de 18 a 24 meses los plazos de detención para inmigrantes indocumentados. También se introdujeron medidas de control como pulseras electrónicas. ONG y organismos internacionales han denunciado que estas prácticas violan derechos fundamentales y se suman a los repetidos informes de “pushbacks” violentos en el mar Egeo.
Paralelamente, el Ejecutivo trató de dar una respuesta social al malestar interno con un paquete de reformas fiscales y medidas de estímulo por unos 1.600 millones de euros. Se anunciaron rebajas tributarias para familias de bajos ingresos, beneficios para jóvenes y apoyos específicos a la natalidad y a quienes decidan instalarse en zonas rurales. Con ello, el primer ministro Mitsotakis busca enfrentar dos de los mayores retos estructurales del país: el fuerte declive demográfico y la emigración juvenil. No obstante, los analistas señalan que el impacto de estas medidas será limitado frente a problemas de fondo como los salarios bajos y la precariedad laboral.
En este contexto, Nueva Democracia se mantiene con un 29 % de intención de voto, pudiendo quedarse con 120 escaños, 38 menos que los que obtuvo en las elecciones de 2023. Resulta relevante indicar que en las encuestas electorales publicadas en los últimos meses ha aumentado significativamente el porcentaje de griegos que no declaran su voto por ningún partido, un reflejo del creciente hastío en la ciudadanía. En la oposición, el socialdemócrata PASOK se sitúa con un 14 %, consolidándose como principal alternativa, aunque muy lejos de cualquier opción de gobierno.
La tercera posición se mantiene disputada, con Solución Griega registrando un 11 % y el izquierdista Curso de Libertad retrocediendo este mes hasta el 10 %, tras el gran crecimiento experimentado en la primavera. El ultraizquierdista KKE se mantiene estable con un 8,5 %, ligeramente por encima de su último resultado electoral. SYRIZA, por su parte, continúa hundida con apenas un 6 %, con algunas voces ya planteando una posible vuelta del ex primer ministro Alexis Tsipras para reavivar el partido. Por encima de la barrera electoral se quedarían el MeRA25 de Varoufakis y el ultraderechista Voz de la Razón, con un 4 % cada uno. Rondado la barrera se sitúan el Movimiento por la Democracia del ex líder moderado de SYRIZA Kasselakis y el ultraderechista NIKI, con un 2,5 %, y Nueva Izquierda, con un 2 %. El ultraderechista Espartanos apenas mantiene un 1 %.

Be the first to comment