ERC ganaría las elecciones autonómicas con un 25,6 % de los votos y pasaría de sus 32 escaños actuales a obtener 41. Ciudadanos cae 4 puntos hasta el 21,1 % y se quedaría con 29 escaños, viendo seriamente amenazada su posición por el PSC. Los socialistas serían la fuerza que mejor parada saldría de unas elecciones, subiendo más de 5 puntos hasta el 19,1 % y pasando de sus 17 escaños actuales a obtener 27. Junts per Catalunya, la candidatura de Carles Puigdemont, baja 7 puntos y se sitúa con un 14 %, porcentaje con el que obtendría 21 escaños. Los comunes bajan hasta el 6,2 % y se quedarían con 7 escaños. La CUP se mantiene con un 4,9 % y obtendría 5 escaños. El PP se sitúa con un 4,8 % y conseguiría 5 escaños.
Así, las 4 fuerzas no independentistas principales se mantendrían en el 51 % de apoyo, mientras que la suma de ERC, JxCAT y CUP pasarían del 47,6 % al 44,5 %, pudiendo perder la mayoría absoluta por la mínima. Por otro lado, estos resultados ofrecerían una posibilidad de romper con los actuales bloques: una suma ERC+PSC, que pasaría de los 49 escaños actuales a obtener mayoría absoluta con 68 escaños, a los que se podrían unir los 7 de los comunes.