Tras 12 años en el gobierno, solo interrumpidos entre 2010 y 2012 por un breve gobierno democristiano, Dirección-Socialdemocracia (SMER-SD) podría perder el poder. Pese al crecimiento y los buenos datos económicos durante estos años, la corrupción del partido del gobierno amenaza su posición. A mitad de esta legislatura tuvo un lugar en el país una gran crisis política que obligó a la dimisión de Robert Fico como primer ministro, originada por el asesinato de un periodista que estaba investigando la corrupción y los vínculos del SMER-SD con la mafia. Este tema, la corrupción, es el principal utilizado por la oposición para debilitar al actual gobierno. Ya en las pasadas elecciones legislativas SMER-SD sufrió una gran caída (de 16 puntos de voto) y ahora los sondeos apuntan que su tendencia a la baja se mantiene (podrían perder unos 9 puntos), pudiendo incluso dejar de ser la primera fuerza. Sin embargo, el alto grado de fragmentación política podría llegar a dificultar la posibilidad de formar un gobierno alternativo, que necesitaría en todo caso, al menos 4 partidos.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales antes de las elecciones de este sábado, el SMER-SD, que, pese a ser un partido considerado de centroizquierda y miembro del grupo socialdemócrata europeo (S&D), tiene un cariz populista, nacionalista y conservador (especialmente en temas de inmigración), se mantiene en primera posición. La formación liderada por el ex primer ministro Robert Fico y que presenta como candidato al actual jefe de gobierno Peter Pellegrini se sitúa con un 19 % de intención de voto. El centroderechista Gente Ordinaria (OL’aNO) consigue capitalizar su tarea de oposición a SMER-SD y se sitúa como su principal alternativa, subiendo hasta el 15 % de intención de voto. El neonazi Partido Popular Nuestra Eslovaquia (Kotleba-l’SNS) también sube y podría convertirse en la tercera fuerza política del país con un 11 % del voto. Por otro lado aparecen con cierta fuerza dos partidos centristas nuevos: la coalición del socioliberal Eslovaquia Positiva, que el año pasado consiguió ganar las elecciones presidenciales, y el liberal SPOLU, que suma un 9 % de intención de voto, y el centrista Para el Pueblo (Za l’udí), que se sitúa con un 8,5 %. El ultraconservador Nuestra Familia (Sme Rodina) sube ligeramente hasta el 7,5 % y volvería a tener representación parlamentaria.
En torno a la barrera electoral del 5 % se sitúan el ultraliberal Libertad y Solidaridad (SaS), que baja hasta el 5,5 %; los democristianos del KDH, que se mantienen con en torno a un 5 %; el ultraderechista Partido Nacional Eslovaco (SNS, actual socio de gobierno de SMER-SD), que baja hasta el 4,5 %; el centroizquierdista Buena Elección (DV), que se sitúa con un 4 %; el centrista y defensor de la minoría húngara Puente (Most-Híd, socio de gobierno del SMER-SD), que baja hasta el 3,5 %; la centroderechista Unión de la Comunidad Húngara (MKÖ-MKS), que se sitúa con un 3 %; y el populista de derechas Patria (Vlast’), con un 3 %. Cualquiera de estos partidos podría entrar o quedarse fuera del Parlamento, dado la cercanía a la barrera, teniendo en cuenta el margen de error de las encuestas.