Tras una carrera muy ajustada por la presidencia, el ultraconservador y actual presidente Andrzej Duda consiguió la victoria en las presidenciales con poco más de un 51 % del voto.
Ante el resultado tan reñido que se esperaba tras conocer los sondeos, la Comisión Nacional Electoral decidió no publicar el seguimiento del escrutinio y publicar los resultados una vez ya estuviesen casi en el 100 %. Esta mañana, la Comisión ha dado a conocer los datos que muestran que el presidente Duda ha cosechado el 51,1 %, unas décimas menos que en la segunda vuelta de 2015. Los datos de participación, los más altos desde 1995, que además crecieron más en zonas menos favorables al presidente de ultraderecha, dieron esperanzas a la oposición de un posible vuelvo en favor de su candidato, el liberal alcalde Varsovia, Rafał Trzaskowski. Finalmente, este, que en primera vuelta obtuvo poco más del 30 %, se quedó en el 48,9 %, menos de medio millón de votos por detrás.
Así, estas elecciones dejan una vez más una Polonia totalmente partida en dos mitades prácticamente iguales. Con esta victoria ultraconservadora, el PiS controlará sin problemas el país durante, al menos, otros 5 años más, al controlar también el Parlamento (no así, el Senado, que perdieron hace unos meses, aunque esta cámara con un menor peso en la política del país).
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