Los españoles, más partidarios de más servicios públicos antes que de un recorte de impuestos

Ayer, 4 de agosto, salió publicado un nuevo estudio del CIS sobre la opinión de los españoles acerca de la política fiscal en España. Una interesante encuesta sobre las preferencias de los ciudadanos acerca de la fiscalidad, el papel del Estado en la economía y el gasto público.

Como resumen, los españoles consideran mayoritariamente que pagan bastantes impuestos, habiendo buena parte de ellos que creen que lo hacen más que otros ciudadanos europeos. Consideran además que lo que pagan de impuestos no se les revierte suficientemente mediante servicios públicos, mostrándose también insatisfechos con la comunicación sobre el destino de los recursos públicos. Sin embargo, servicios públicos como la asistencia sanitaria, la enseñanza, el transporte público o la seguridad ciudadana consiguen un mayor número de satisfechos que de aquellos que no están conformes con su funcionamiento.

La mayoría de ciudadanos considera que a la hora de pagar impuestos los españoles son poco o nada conscientes y responsables y el 91 % piensa que hay mucho o bastante fraude fiscal en España, conducta que la gran mayoría califica de intolerable. No evadir impuestos es además uno de los comportamientos más importantes para que los españoles puedan calificar como «buen ciudadano» a alguien, situándose solamente por encima las conductas de respetar las opiniones de los demás y de ser una persona responsable y honesta.

Por otro lado, los españoles consideran que hay bastante desigualdad en España y que apenas hay justicia fiscal («no pagan más los que más tienen»). Apoyan que la recaudación del sistema tributario se fundamente sobre todo en los impuestos directos, que, como el IRPF, gravan según la renta o la riqueza de los contribuyentes. Aprueban mayoritariamente que haya intervención estatal en la economía y ven los impuestos como un medio para que el Estado preste servicios públicos y, en consecuencia, apoyan mejorar estos servicios públicos aunque ello suponga una mayor presión fiscal en mayor medida que una reducción de impuestos. Por otro lado, los españoles se dividen en cuanto al origen de la posición económica de la gente (esfuerzo/educación/valía vs familia/contactos/suerte).

«En España hay mucha desigualdad»

Más de la mitad de los españoles considera que actualmente en España se dan grandes desigualdades en general. Apenas un 4 % opina que hay pocas desigualdades, habiendo una mayor proporción de estos entre votantes de Ciudadanos o Vox. Por otro lado, un 36 % considera que hay desigualdades sólo en algunos aspectos.

Cruzando por clase, son las clases media-baja, baja/pobre y obrera/trabajadora, las que perciben un mayor nivel de desigualdad. Pese a ello, ni siquiera se da una elevada proporción de ciudadanos de clase alta/media alta o media-media que opinen que existe un bajo nivel de desigualdad.

«No hay justicia fiscal en España»

Preguntados sobre si en España hay justicia fiscal, esto es, que si los que más tienen son los que pagan más impuestos, los españoles lo tienen bastante claro. Más de 8 de cada 10 declara que no existe tal justicia en los tributos. Apenas un 14 % opina que sí, aumentando este porcentaje hasta en torno el 25 % entre votantes de PP y Ciudadanos. Los votantes de izquierdas son los que perciben en mayor medida la inexistencia de justicia fiscal.

Cruzando por edad encontramos que los jóvenes son los que perciben una mayor justicia fiscal. A mayor edad, menos ciudadanos que crean que los ricos pagan realmente una mayor cantidad de impuestos.

Por otro lado, la clase alta/media-alta es la que mayor justicia fiscal percibe. En torno a un tercio de los españoles que se identifican en esta clase socioeconómica considera que sí la hay, un porcentaje que baja del 10 % entre los integrantes de la clase obrera y la baja/pobre.

«Sí a la intervención del Estado en la economía, pero respetando la iniciativa privada»

La mitad de los españoles defiende la intervención del Estado en la economía, pero siempre que se respete la iniciativa privada. Esta postura, propia de ideologías como la socialdemocracia, destaca especialmente entre votantes socialistas y de Unidas Podemos, pero representa también entre un 40 % y un 50 % del electorado de Vox, PP y Ciudadanos. Un 21 % tiene una visión más liberal en la que el Estado sólo debe intervenir para corregir los desajustes que puedan producirse. Esta posición tiene un mayor nivel de adeptos que en la media nacional entre electores de los partidos de derechas. Por su lado, un 15 % quiere que el Estado intervenga en toda la vida económica, porcentaje que aumenta hasta el 26 % entre votantes de UP y baja hasta sólo el 4 % entre los de Ciudadanos. Por último, la visión libertaria de que no haya ninguna intervención estatal y todo se deje en manos de la iniciativa privada apenas es compartida por el 5 % de la ciudadanía, porcentaje que aumenta hasta un ya relevante 16 % en el caso de los votantes de Vox.

Viendo los datos por edad se puede comprobar cómo los jóvenes son los que apoyan en menor medida a los modelos más extremos, decantándose en mayor proporción por las posturas de un Estado de intervención moderada o un Estado corrector. Más allá de eso, las diferencias por edades no son muy significativas.

En función de la clase, en todas predomina el apoyo a una economía mixta con iniciativa privada e intervención estatal. El mayor apoyo a este modelo se presenta entre las clases más elevadas, mientras que las clases obrera y baja/pobre son las que presentan un mayor porcentaje en favor de la intervención en toda la vida económica. Igualmente, en todas el apoyo por una economía social de mercado ronda el 50 %.

«En España se pagan bastantes impuestos»

Preguntados sobre el nivel de impuestos que hay en España, los ciudadanos consideran que el nivel es entre medio y alto. Así, un 46 % del total considera que se pagan muchos tributos. Los que más opinan así son los votantes de Vox (75 %) y los del PP (64 %), mientras que entre los de UP resulta una posición claramente minoritaria (25 %).

Un 40 % opina que hay un nivel regular de impuestos, algo que es compartido por la mitad de votantes socialistas y de UP. Apenas un 9 % de los españoles piensa que se pagan pocos impuestos, aumentando esta proporción a un quinto entre los que votaron a Unidas Podemos en los últimos comicios.

Preguntados sobre si comparativamente con el resto de países europeos se pagan más o menos impuestos, surge mayor división. Un 40 % defiende que el nivel de impuestos es mayor aquí en España, algo que es mayoritario entre votantes de Vox (65 %) y PP (54 %). Por su parte, un 31 % cree que la fiscalidad en España es más reducida que en el resto del continente, posición mayoritaria de los votantes de Unidas Podemos. Por último, un 16 % piensa que la presión fiscal en España es similar al del resto de Europa.

«Los impuestos son un medio para que el Estado preste servicios públicos»

Más allá de una visión esencialmente redistributiva o una anti-impuestos, los españoles adoptan mayoritariamente una en la que los tributos son la herramienta que tiene el Estado para prestar servicios públicos a la ciudadanía. Así lo ve el 59 % de los españoles, un porcentaje que aumenta entre votantes de PSOE (67 %) y UP (64 %). La visión más libertaria, en la que «los impuestos son algo que el Estado nos obliga a pagar sin saber muy bien a cambio de qué» es compartida por un 23 % de los ciudadanos. Este porcentaje se eleva entre votantes de Vox (42 %) y PP (36 %), así como entre abstencionistas (34 %). Por último, un 15 % cree que «los impuestos son un medio para redistribuir mejor la riqueza en la sociedad».

«Rechazamos pagar menos impuestos si supone un recorte de servicios públicos»

La mayoría de españoles rechaza reducir el nivel de impuestos si esto es acosta de reducir los servicios públicos existentes. Apenas un 16 % es favorable a esta reducción del tamaño del Estado, porcentaje que se eleva hasta el 28 % entre los votantes de Vox.

Por contra, un 38 % tiende a apoyar una mejora de los servicios públicos, aunque eso suponga un aumento en la presión fiscal, una posición que encuentra una mayor proporción de adeptos entre los electores izquierdistas. Por su parte, un 40,6 % se sitúa en posiciones más equilibradas entre los extremos de esta escala. Cabe recordar que la pregunta se realiza utilizando una escala de 11 puntos que va entre 0 y 10).

Son las clase obrera y la media-baja las que más apoyan la postura de mejorar los servicios públicos con incremento de la presión fiscal. Esta ocupa una posición destacada entre todas las clases, salvo la baja/pobre, en la que destacan más las posiciones equilibradas. Se registra también en esta última la mayor proporción favorable a un recorte de impuestos y de servicios. El hecho de que vean que el Estado les ha fallado, al no resolver su situación, podría ser la responsable de estas posiciones divergentes con respecto a otras clases de estratos socioeconómicos menos privilegiados.

En esta última encuesta vemos cómo nuevamente una crisis económica hace reducir el porcentaje de aquellos que tienden a apoyar una mejora de los servicios públicos con un aumento de la presión fiscal. Ya ocurrió, de forma bastante pronunciada, en la crisis de 2008. En esta, por el contrario, ha sido por el momento una caída bastante moderada, por lo que es posible que la tendencia se vuelva a revertir con la recuperación económica. El porcentaje de aquellos que apoyan una reducción de los impuestos y servicios públicos vuelve a crecer, pero continúa por debajo del máximo conseguido en 2009.

«Mejor los impuestos directos que los indirectos»

Dos tercios de los españoles considera que la recaudación fiscal debería basarse fundamentalmente en impuestos directos. Esto es, que el grueso de los ingresos del Estado tendrían que provenir de impuestos como el IRPF. Impuestos que graven según la renta o la riqueza. Esta postura es compartida en mayor proporción por electores izquierdistas.

Por contra, un 21 % de los españoles prefiere un mayor peso de los impuestos indirectos, que gravan a todos por igual. Este es el caso de tributos que se dedican a gravar el consumo (tipo IVA).

División sobre el origen de la posición económica

La pregunta sobre cuál es el origen de la posición económica de los españoles parte en tres al país. Un tercio tiende a opinar que lo que más peso tiene es «el esfuerzo, la educación y la valía profesional». Otro tercio considera que lo es «el origen familiar, los contactos o la suerte». Esta posición cuenta con mayores partidarios entre las clases obrera y baja/pobre. Entre medias de ambas se encuentra otro tercio de los españoles.

Por edad, son los más jóvenes los que más creen que la posición económica no depende del mérito. Más de 4 de cada 10 jóvenes piensa que la familia, los contactos y la suerte tienen más relevancia. Por el contrario, los más mayores son los que más defienden el papel del esfuerzo.

«Se destinan pocos recursos a la ciencia, la sanidad o la dependencia»

Hay una clara falta de recursos públicos dedicados a la investigación científica y tecnológica, de acuerdo con la gran mayoría de españoles. Un 84 % cree que se destinan pocos recursos a la ciencia, habiendo un claro consenso entre personas de distinta afinidad política. La sanidad se sitúa en segundo lugar como el servicio público al que se destinan muy pocos recursos respecto al ideal. Al final del ránking se colocan la defensa, el transporte o las obras públicas. En estos hay una menor proporción de ciudadanos que consideran reducidos los fondos públicos destinados a estos. Es más, en el caso de la defensa, un tercio opina que se gasta demasiado, opinión que es mayoritaria entre votantes de UP. Otras diferencias entre electorados se dan en casos como el medio ambiente (los votantes de Vox triplican la proporción total de los que consideran excesivo el gasto en su protección). También ocurre esto en otros servicios como la cultura (la derecha considera excesivo el gasto público en mayor proporción).

Cruzando por edad, son los jóvenes los que más consideran como excesivas las partidas presupuestarias de algunos servicios. Son los casos, por ejemplo, de la investigación en ciencia, la sanidad, las pensiones, la seguridad ciudadana, las obras públicas, el transporte o la defensa. Sin embargo, cabe resaltar que estas posiciones están muy lejos de resultar mayoritarias.


Bonus track: división partidista en las casillas de la renta

La casilla de fines sociales se sitúa como la favorita de los españoles: un 27 % declara haberla marcado en la última declaración de la renta. Un porcentaje que alcanza el 42 % si sumamos el 15 % que dice haber marcado tanto esta como la de la Iglesia Católica. Sólo un 9 % hizo la cruz únicamente en esta última casilla. Un 21 % no marcó ninguna y un 20 % no realizó la declaración de la renta.

Sin embargo, las diferencias entre los distintos electorados resulta notable. Así, la mitad de votantes de PSOE y UP marcaron la casilla de fines sociales, pero el porcentaje de los que lo hicieron a la Iglesia católica baja entre estos. Lo hizo un 16 % de los del PSOE y un 5 % de los de UP frente a un 58 % de los del PP, un 43 % de los de Vox y un 39 % de los de Cs.

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