La coalición que soporta al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, formada por la derecha islamista del AKP y el ultranacionalista MHP se mantiene en mínimos. A día de hoy, la alianza gubernamental no tendría garantizada la permanencia en el poder. La crisis económica provocada por el Covid-19, sumado a la elevada inflación, los importantes incendios de este verano y la llegada de más refugiados a un país que ya acoge a más de 4 millones, alimentan el descontento con el ejecutivo. De acuerdo con la mayoría de sondeos, Erdoğan perdería a día de hoy las elecciones presidenciales frente a candidatos opositores como el alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu (CHP), o el alcalde de Ankara, Mansur Yavaş (CHP). Con estos, la ventaja de la oposición podría ser de hasta 19 puntos, según los sondeos más beneficiosos para esta.
También en las legislativas la actual mayoría absoluta de AKP y MHP se podría venir abajo. Durante el último año han aparecido nuevos partidos como DEVA o GELECEK, que han conseguido arrebatar parte del voto de AKP. Estos partidos, por otro lado, no obtendrían representación al no superar la barrera del 10 % ni formar parte de ninguna alianza electoral que sí lo haga. De acuerdo con la última media de encuestas electorales, el derechista AKP se sitúa con un 32,5 % de intención de voto. El centroizquierdista CHP se mantiene segundo con un 25,5 %, por encima de sus resultados de 2018. El centroderechista y nacionalista İYİ, coaligado con el CHP en la Alianza Nación, se mantiene al alza y ya alcanza el 14,5 %. El kurdo HDP se mantiene en el 10 %, al borde de la barrera electoral que les permitiría mantener su representación parlamentaria. El ultraderechista MHP se mantiene quinto con un 8,5 %, en el que es uno de sus peores momentos en más de una década. DEVA se sitúa con un 3 %; Futuro, con un 1,5 %; Patria, con un 1 %; y Felicidad, con un 1 %.
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