El presidente francés Emmanuel Macron gana la primera vuelta de las elecciones presidenciales, consiguiendo una mayor ventaja sobre Le Pen de la prevista por las encuestas electorales. La ultraderechista Marine Le Pen se volvió a clasificar para la segunda vuelta, al igual que en 2017, pero lo hizo por apenas 1 punto sobre el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que tuvo un resultado sorprendentemente bueno. El ultraderechista Éric Zemmour decepcionó con apenas un 7 % del voto, muy lejos del trío de cabecera. La conservadora Valérie Pécresse se hundió, registrando el peor resultado histórico de su espacio político, perdiendo más de tres cuartas partes de sus apoyos. El ecologista Yannick Jadot también tuvo un resultado decepcionante, no consiguiendo superar el 5 %. Ecologistas y socialistas suman lo mismo que en 2017, aunque esta vez, con dos candidaturas, han sido los ecologistas los que han destacado en este espacio: los socialistas registraron con Anne Hidalgo su peor resultado histórico, con menos de un 2 %.
Tras conocerse las proyecciones de resultados, Hidalgo, Jadot y Pécresse llamaron explícitamente a votar por Macron en la segunda vuelta. Además, el comunista Roussel también llamó a votar contra la ultraderecha, fórmula con la que indirectamente pide votar también por Macron. Mélenchon, por su parte, fue más claro que en 2017, y se inclinó por pedir que «ni un voto suyo fuera a Le Pen». El anticapitalista Poutou también llamó a hacer frente a la extrema derecha. El soberanista ruralista Jean Lassalle no dio ninguna consigna de voto. Éric Zemmour y Dupont-Aignan pidieron el voto por Le Pen en la segunda vuelta. Los sondeos de ayer muestran que Macron ganaría con en torno al 53 % de los votos, muy por debajo del 62 % que le otorgaban las encuestas de la misma noche electoral de 2017.
Peor resultado histórico de los partidos tradicionales
El resultado de las elecciones presidenciales ayer fue catastrófico para los dos partidos tradicionales. Socialistas y republicanos se hundieron y su suma no superó ni el 7 % del total de votos emitidos. Los socialistas ya tenían un pronóstico de voto de entorno al 2 %, con la mayor parte de sus votos de 2017 siendo repartidos, según las encuestas, entre Macron, Mélenchon y Jadot.
Sin embargo, igual que el verdadero descalabro socialista ya se produjo en 2017, en estas elecciones el peor resultado ha sido para Los Republicanos, que pierden más de 15 puntos en las presidenciales. Además, las encuestas situaban a su candidata con en torno al 8 % del voto, en ningún caso por debajo del 5 % como finalmente ha quedado.
Controlando ambos partidos la mayor parte de regiones y ciudades del país, Los Republicanos y el Partido Socialista habrían quedado ahora relegados a ser partidos de ámbito regional y local, pero no ya nacional.
Situación financiera crítica para Los Republicanos y los verdes de EELV tras las presidenciales
El hecho de que Los Republicanos y los verdes hayan conseguido peores resultados de los esperados, bajando del 5 % del voto, ha supuesto un gran agujero económico para ambos partidos. La ley francesa que regula la financiación de las campañas electorales prevé el reembolso con financiación pública del 47 % del tope de gasto establecido (en esta primera vuelta establecido en 16,8 millones) para aquellos partidos que superan el 5 % del voto nacional. Para los demás, sólo se cubre hasta un 4,75 % del tope de gasto, es decir, unos 800.000 euros.
Hoy, Los Republicanos han anunciado que necesitan 7 millones de euros para pagar los gastos de la campaña electoral y permitir la supervivencia de la formación política. Además, 5 millones de euros habrían sido asumidos por la candidata Valérie Pécresse. Los republicanos se encuentran en una situación totalmente crítica.
Por otro lado, los verdes de EELV tendrían un agujero económico de 2 millones de euros, los cuales deben pagar antes de finales de mayo. Al igual que los republicanos, han animado a sus votantes a realizar donaciones para financiar su campaña.
Los socialistas tampoco conseguirán el reembolso de sus gastos electorales. Sin embargo, el PS sólo pidió un préstamo de 800.000 euros para esta campaña presidencial, cantidad que sí les será reembolsada. El resto del dinero lo han conseguido de transferencias desde las secciones regionales, lo que levantó preocupación interna, puesto que ahora podrían faltar recursos de cara a las elecciones legislativas, de mayor importancia para el partido.
Macron gana en el oeste y en entornos urbanos, Le Pen pierde fuelle en sus feudos por la entrada de Zemmour y Mélenchon destaca en el sur y grandes ciudades
La distribución del voto en estas elecciones ha sido similar a las de las pasadas. El oeste permanece en manos de Macron, pese al mayor avance de Le Pen esta zona. Macron también mantiene su dominio en zonas urbanas. Como se puede ver en el primer mapa del hilo referenciado a continuación, Macron gana en los entornos de grandes ciudades como París, Lyon o Toulouse. En estas ciudades se pueden apreciar zonas en rojo, correspondientes a comunas ganadas por el izquierdista Mélenchon, que ha sido el candidato más votado en la mayoría de grandes ciudades del país. Mélenchon también consigue un mayor número de victorias en el sur. Por su parte, Le Pen domina en las zonas rurales, destacando especialmente en el norte y en la costa mediterránea. Sin embargo, en este último feudo es donde ha experimentado uno de sus mayores retrocesos en estas elecciones, debido a la mayor irrupción de Zemmour en esta región. Por último, Jean Lassalle, aliado con partidos regionalistas, ha ganado en municipios del País Vasco francés y de Córcega.
El voto según edad y clase
Como ya indicaban las encuestas durante la campaña, Mélenchon era el candidato favorito de los más jóvenes. Por su parte, Le Pen consiguió mejores resultados entre los franceses de más mediana edad. Macron consiguió un importante resultado entre los más mayores, que a su vez son los que más participan en los procesos electorales. Entre los mayores la republicana Pécresse habría concentrado la mayor parte de su voto, al tener un casi inexistente apoyo entre los demás grupos de edad.
Por categoría socioprofesional, Macron dominó entre cuadros y jubilados, teniendo su menor nivel de apoyo entre obreros (trabajadores de cuello azul). Por su lado, Le Pen ganó entre trabajadores de cuello blanco y obreros, teniendo sus peores datos entre cuadros superiores. Mélenchon ganó entre los inactivos y tuvo mejores resultados entre cuadros y profesionales intermedios que entre obreros.
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