Los democristianos de la Unión y Los Verdes continúan encabezando las encuestas de intención de voto, mientras que los socialdemócratas mantienen su tendencia a la baja por el desgaste de la figura del canciller Olaf Scholz. El contexto político y económico de este primer año de legislatura ha resultado fatal para el sucesor de Merkel. La guerra en Ucrania y la consiguiente crisis energética están afectando y amenazando duramente a la economía alemana, que durante décadas contó con la ventaja de disponer de una gran cantidad de energía rusa a bajo precio.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, los democristianos se sitúan con un 26 % de intención de voto, superando ya en casi 8 puntos a los socialdemócratas. Los Verdes se mantienen segundos con un 23 %, superando a su socio mayoritario en el gobierno, el SPD, que cae hasta el 18,5 %. La ultraderecha del AfD aprovecha el contexto de crisis y crece hasta el 12,5 %, su mejor dato desde marzo de 2020, cuando la irrupción de la pandemia hizo caer a la formación. El liberal FDP se mantiene estable con un 7,5 %, unos 4 puntos por debajo de su último resultado electoral. Die Linke registra de nuevo un 4,5 % de intención de voto.
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