La repetición de las elecciones generales, apenas un mes después de las anteriores celebradas en el mes de mayo, otorga la mayoría absoluta a la conservadora Nueva Democracia. Pese a que no mejoró su resultado en votos, al perder casi 300.000 votos (apenas dos décimas de voto, dada la caída de la participación), Nueva Democracia se impuso con una mayoría absoluta conseguida gracias a los 50 escaños recibidos por haber ganado con más de un 40 % del voto.
SYRIZA, que ya sorprendió con un muy mal resultado en las elecciones de mayo, bajando del 30 % que le daban las encuestas a apenas un 20 % del voto, volvió a empeorar sus resultados, dejándose 250.000 votos y más de 2 puntos de voto. El partido izquierdista del ex primer ministro Alexis Tsipras mantiene el liderazgo de la oposición, pese su posición se encuentra muy debilitada. El socialdemócrata PASOK, que mejoró sus resultados en las elecciones de mayo volviendo a porcentajes de voto de dos dígitos, no consiguió ningún avance en esta ocasión. Quienes sí volvieron a progresar fueron los ultraizquierdistas del KKE, que se acercaron al 8 % del voto. Además, obtuvieron representación el ultraderechista Espartanos, que sorprendió con casi un 5 %, la ultraortodoxa y nacionalista Solución Griega, el ultraderechista Victoria y el izquierdista Rumbo a la Libertad. El MeRA25 de Varoufakis volvió a quedarse ligeramente por debajo de la barrera electoral.
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