El conservador Partido Popular del primer ministro Karl Nehammer crece durante la campaña electoral y se afianza en segunda posición, recortando distancias con el ultraderechista FPÖ. Los populares aumentan, así, su probabilidad de mantener el liderazgo del próximo gobierno, a través de una coalición con los socialdemócratas (con ellos se quedarían a sólo 1 escaño de la mayoría, con los datos actuales) o con socialdemócratas y liberales. Una nueva alianza que incluya a los verdes puede ser ya descartada ante el aumento de la tensión entre ambas formaciones políticas durante el último año. Por su parte, el FPÖ intentará encabezar el nuevo ejecutivo, pero para ello dependerían de los populares. Dado que cualquier gobierno dependería de los populares, estos podrían reclamar en cualquier caso la cancillería, ya fuera en una coalición con FPÖ o con SPÖ y NEOS.
De acuerdo con la última media de encuestas, el FPÖ crecería con fuerza respecto a 2019 y se situaría como primera fuerza política con un 27,5 % del voto. Los populares repuntan hasta el 24,5 %, pero continúan muy por debajo del resultado de Sebastian Kurz hace cinco años. Los socialdemócratas, que lideraron las encuestas durante muchos meses, se mantienen débiles ante las divisiones internas y la falta de un mensaje claro sobre su proyecto, quedándose tercero con un 20,5 %. El liberal NEOS se sitúa con un 9,5 % de intención de voto, muy parejo con los Verdes, que continúan con un 8,5 %. El progresista Cerveza, formado originalmente como un partido satírico, estaría a las puertas de conseguir representación, si bien registran una clara tendencia a la baja durante la campaña. Los comunistas crecen hasta el 3 %, por lo que se quedarían también por debajo de la barrera electoral.
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