Islandia se enfrentará a finales de este mes de noviembre a una de sus elecciones más competidas de su historia. Sin ganadores claros y sin coaliciones aseguradas tras estos comicios, el históricamente dominante Partido de la Independencia, de ideología nacional-conservadora, podría caer hasta la cuarta posición, según las encuestas actuales. Sin embargo, los estrechos márgenes y la amplia estructura y tradición del partido podrían hacerle aguantar finalmente en segunda posición. Por ahora, la Alianza Socialdemócrata se encuentra liderando las encuestas, aunque retrocediendo en apoyos con respecto a meses pasados.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, los socialdemócratas (centroizquierda, europeísta) se sitúan con un 22,5 % de intención de voto, perdiendo 3 puntos en un mes, pero ganando más de 12 puntos con respecto a las elecciones de 2021. El liberal Reforma (europeísta) crece con fuerza hasta el 15,5 % y podría llegar a situarse como el partido de derechas con más apoyos. En empate técnico se encuentra el Partido del Centro, de corte más conservador y euroescéptico, que se sitúa con un 15,5 %. El Partido de la Independencia (conservador, euroescéptico) repunta ligeramente hasta el 14,5 %, aún 10 puntos por debajo de su último resultado electoral. El Partido del Pueblo se mantiene estable con un 9,5 %, el agrarista Partido Progresista aguanta con un 6,5 % y el Partido Pirata baja hasta el 5 %, arriesgando perder su representación parlamentaria. El Partido Socialista continúa en los márgenes de la barrera, con un 4,5 % de intención de voto. El Movimiento de Izquierda-Verde se hundiría con respecto a las pasadas elecciones y se quedaría con un 3,5 %. El derechista Partido Democrático-Autodeterminación, creado recientemente, registra cerca de un 1,5 %.
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