HUNGRÍA: El Fidesz de Orbán termina el año con su peor situación en 18 años y el anticorrupción TISZA pisándole los talones

El ultraconservador Fidesz del primer ministro Viktor Orbán termina el año en uno de sus momentos de mayor debilidad desde que llegara al poder en 2010. Pocas veces ha tenido tantas fugas de voto y ha registrado porcentajes como los actuales desde el hundimiento del gobierno socialista tras las elecciones de 2006. Pese a ello, buena parte de las encuestas, afines al gobierno, le mantienen en primera posición, lo que les deja con una ligera ventaja en la media de encuestas. La irrupción de Respeto y Libertad (TISZA), una formación anticorrupción que se ha unido al Partido Popular Europeo y que está liderada por Péter Magyar, antiguo hombre de confianza de Orbán, ha sido el principal evento político del año. Su gran resultado en las elecciones europeas de junio ha llevado a una concentración del voto opositor en torno a este partido, visto como el principal desafío al poder de Orbán desde su llegada al poder. Pese a proceder de las filas de Fidesz, el partido aspira a reunir en su seno a «conservadores, liberales y socialdemócratas», reduciendo así la carga ideológica que presenta el partido, muy centrado en las reformas políticas y en profundizar la protección social de las familias húngaras.

De acuerdo con la última media de encuestas electorales, Fidesz pierde 5 puntos en el último año, acumulando una caída de 14 puntos con respecto a las elecciones de abril de 2022. Ya pasado el ecuador de la legislatura, Fidesz se sitúa con alrededor de un 40,5 % de intención de voto, con una gran variabilidad en las encuestas, según si son afines a la oposición o al gobierno (31-37 % en unas y 42-49 % en otras). Por su parte, TISZA ha conseguido una importante irrupción en el panorama político húngaro, registrando un 38 % de intención de voto en la media, con encuestas que le han llegado a dar en primera posición con hasta un 47 %. El ultraderechista Nuestra Patria no sale beneficiado del desgaste del gobierno de Orbán y se queda con un 6 %, mismo porcentaje que en las pasadas elecciones generales. La centroizquierdista Coalición Democrática, que lidera actualmente la oposición en el Parlamento, se sitúa como el partido más perjudicado por la irrupción de TISZA, perdiendo 10 puntos hasta el 5,5 %. El satírico Perro de Dos Colas baja, pero resiste con un 4,5 % de intención de voto, aún por encima de su última marca electoral. El liberal Momentum baja hasta el 2 %, el Partido Socialista registra un 1,5 % y el conservador Jobbik lucha por continuar por encima del 1 %.

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