Donald Trump apenas logra su efecto ‘luna de miel’ con el inicio de su mandato presidencial. Como ya sucedió en 2017, el republicano empieza su presidencia con niveles extraordinariamente altos de desaprobación, situándose en igualdad con su nivel de aprobación. Estos datos distan claramente con lo que ha venido siendo habitual con anteriores presidencias, si bien en los últimos tiempos, la elevada polarización está reduciendo el impacto de las ‘lunas de miel’, como se reflejó ya en los datos del expresidente demócrata Joe Biden.
De acuerdo con una reciente encuesta de Gallup, Donald Trump se estrena como 47º presidente de Estados Unidos con un 47 % de aprobación y un 48 % de desaprobación, los peores datos desde que esta empresa demoscópica pregunta por la valoración presidencial en los inicios de mandato (empezó en 1953, con Eisenhower). Pese a que la aprobación es un par de puntos superior a la registrada por Trump en 2017, también lo es la desaprobación, que por primera vez sobrepasa a las valoraciones positivas. Los valores de Trump, así, son significativamente inferiores a los del expresidente Joe Biden, que empezó con un 57 % de aprobación y un saldo positivo de 20 puntos. Pero las diferencias son especialmente abultadas si las comparamos con anteriores presidentes. Así, por ejemplo, Barack Obama se inició con una valoración positiva del 67 % y apenas un 12 % de desaprobación.
Desde el primer mandato de Donald Trump, iniciado en 2017, los niveles de polarización política en Estados Unidos han dado un claro salto. Así, los niveles de aprobación al inicio de mandato entre los simpatizantes del partido contrario rondan ahora el 5-15 % frente al 30-45 % que se registraba con anterioridad. En esta ocasión, Trump se estrena con un 6 % de aprobación entre los demócratas, un descenso de 8 puntos con respecto a 2017, el cual compensa con una mejora entre independientes (del 40 % al 46 %) y entre republicanos (90 % al 91 %).
Be the first to comment