Claudia Sheinbaum, quien asumió la presidencia de México el 1 de octubre de 2024, ha completado sus primeros 100 días en el cargo con una agenda marcada por la continuidad de las políticas de la conocida como ‘Cuarta Transformación’, legado de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Estos tres meses iniciales han estado centrados en su defensa del fortalecimiento de programas sociales, la transición energética y el combate a la desigualdad, pero también en polémicos proyectos como la reforma judicial, que llevará al cese de los jueces actuales (incluidos los de la Suprema Corte) y su sustitución por jueces elegidos por los ciudadanos en elecciones, que tendrán lugar por primera vez en el mes de junio. Esta reforma, legado del expresidente AMLO, ha sido defendida por la nueva presidenta, pese a que podría reducir las garantías democráticas en México, según afirman expertos juristas y los partidos de la oposición. Junto a la reforma judicial, dentro de una más profunda reforma constitucional, se aprobó la supresión de órganos autónomos, mejoras en derechos indígenas o el blindaje de algunas políticas abanderadas por MORENA en estos años.
La presidenta Claudia Sheinbaum supera estos primeros 100 días de mandato presidencial con una aprobación muy elevada, registrando un 69 % de opiniones positivas frente a un 23 % de negativas. Estos datos, sin embargo, empeoran en diferentes encuestas publicadas cuando se miran las valoraciones de la gestión sobre temas en concreto, como la seguridad o la sanidad, que se encuentran entre las principales preocupaciones de los mexicanos en la actualidad. Estos primeros meses de Sheinbaum han estado caracterizados por un claro intento de dar continuidad al proyecto y al estilo político de AMLO, continuando con su estrategia comunicativa a través de las diarias comparecencias en las ‘mañaneras’. En este tiempo, la nueva presidenta ha anunciado proyectos sobre infraestructuras, transición energética o programas sociales. Las relaciones con EEUU, ante la vuelta de Donald Trump a la presidencia, quien promete aranceles a su vecino sur y deportaciones masivas de inmigrantes, muchos de ellos mexicanos, serán uno de los principales retos para Sheinbaum. Junto a este, la seguridad será otro de los grandes desafíos a los que se enfrentará, ante el repunte de los homicidios en el país en los últimos años.
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