El Partido Laborista del primer ministro Keir Starmer se mantiene como primera fuerza política del Reino Unido en las encuestas de intención de voto. Pese al desgaste de estos primeros meses de gobierno, en el que el propio primer ministro reconoció que iba a adoptar medidas difíciles y polémicas con la vista puesta en el largo plazo, los laboristas siguen encabezando las encuestas electorales, ante la división del voto opositor. La derecha radical de Reform UK, que lidera el famoso impulsor del Brexit, Nigel Farage, sigue creciendo, alcanzando máximos históricos, superando ya su anterior récord posterior a las elecciones europeas de 2019. El partido de Farage se sitúa así a apenas 1 punto de los conservadores, si bien podría tener mayores problemas para trasladar este apoyo en representación parlamentaria, según las proyecciones actuales.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, los laboristas se mantienen primeros con un 26,5 % de intención de voto, una caída de 7 puntos con respecto a las últimas elecciones generales de hace medio año. Los laboristas perderían la mayoría, pero podrían conseguir la mayoría con un acuerdo con los liberal demócratas. Por su parte, el Partido Conservador se sitúa con un 24,5 %, ya con una mínima ventaja sobre Reform UK, que acumula un crecimiento de 9 puntos, hasta el 23,5 %. Cada uno ganaría unos 50 escaños con respecto a las elecciones de julio. Los liberal demócratas se mantienen estables como cuarta fuerza con un 12 %, pudiendo mantener una representación parlamentaria similar a la actual. Los Verdes se sitúan con un 8,5 % y podrían repetir con 4 escaños. Los nacionalistas escoceses del SNP se mantienen con un 2,5 %, pero se verían muy beneficiados por el descenso laborista, pudiendo ganar más de una veintena de nuevos parlamentarios.
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