La derecha nacionalista de Reform UK, liderada por Nigel Farage, mantiene su crecimiento, capitalizando el descontento con los partidos tradicionales, ante la escasa popularidad tanto del primer ministro laborista Keir Starmer, que empezó su mandato con medidas impopulares, como de la nueva líder conservadora Kemi Badenoch. Farage se está situando como principal voz de la oposición al gobierno laborista, atrayendo cada vez a más votantes tories, en uno de los mayores desafíos de la historia para el Partido Conservador.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, Reform UK crece otros 2 puntos en el último mes y se coloca con un 25,5 %, acumulando ya un crecimiento de 11 puntos respecto a las elecciones del pasado mes de julio. Con esto, dan un nuevo salto en la estimación de escaños, pudiendo pasar de sus 5 actuales al entorno de los 150, aunque con muchos escaños adicionales cerca de obtenerse. El Partido Laborista baja otro punto y se sitúa con un 25,5 %, pudiendo perder la mitad de su representación parlamentaria. El Partido Conservador baja hasta el 22,5 %, colocándose ya por debajo de su último resultado electoral, si bien el descenso laboristas les podría hacer ganar una veintena de escaños. Los liberal demócratas continúan estables con un 12,5 % y tendrían un resultado muy similar al de las pasadas elecciones. Por su parte, los Verdes permanecen con un 8,5 % y podrían repetir con 4 escaños, mientras que los nacionalistas escoceses del SNP se sitúan casi en el 3 % y podrían crecer hasta unos 40 escaños, gracias, en buena medida, al gran retroceso laborista en Escocia.
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