El Partido Popular de Austria cumple 80 años inaugurando un nuevo mandato

Hoy se cumplen ochenta años de la fundación del Partido Popular de Austria (Österreichische Volkspartei, ÖVP), una de las formaciones más emblemáticas, junto a los socialdemócratas, del sistema político austríaco. A lo largo de estas ocho décadas, el ÖVP ha pasado por profundas transformaciones, ha gobernado en distintas coaliciones, tanto con socialdemócratas o verdes como con partidos de derecha populista. Este aniversario ofrece una oportunidad para repasar brevemente su historia, su evolución y su situación actual.

Origen: posguerra y hegemonía (1945-1970)

El ÖVP fue fundado el 17 de abril de 1945, inmediatamente después de la caída del régimen nazi y del colapso de la Alemania de Hitler, que había anexado Austria en 1938. Fue concebido como heredero del Partido Social Cristiano (Christlichsoziale Partei), que había representado a los sectores católicos conservadores durante la Primera República Austríaca (1919–1934).

Inspirado en el humanismo cristiano, el partido se presentó desde sus inicios como una fuerza conservadora, democrática, proeuropea y centrada en los valores de la familia, la agricultura y el empresariado. Entre 1945 y 1966, el ÖVP gobernó casi continuamente en coalición con el Partido Socialdemócrata (SPÖ), en un clima de reconstrucción nacional tras la Segunda Guerra Mundial.

Leopold Figl, primer canciller de la posguerra (1945–1953), y Julius Raab, segundo canciller (1953-1961), quienes negociaron el Tratado de Estado de 1955 que restableció la soberanía austríaca tras la ocupación por la URSS, EEUU, Francia y Reino Unido, fueron las figuras clave en esta primera etapa del partido. En 1966, el ÖVP consiguió una mayoría absoluta con Josef Klaus, y formó el primer gobierno monocolor desde la restauración de la democracia, que duró hasta 1970, cuando los socialdemócratas alcanzaron la cancillería, llevando a una larga travesía por el desierto a los democristianos.

Salida del poder y viraje neoliberal (1970-1990)

La victoria por mayoría absoluta de 1966 no se consolidó cuatros después. En 1970, el ÖVP perdió el poder frente al SPÖ de Bruno Kreisky, iniciando una larga etapa en la oposición. Los socialdemócratas gobernaron en solitario durante un primer momento, coaligándose posteriormente con el FPÖ, que entonces contaba con una orientación liberal.

A partir de los años 80, el ÖVP comenzó un giro hacia posiciones más marcadamente neoliberales, en sintonía con las transformaciones ideológicas de otros partidos de centroderecha europeos, que sentían la influencia de la nueva etapa neoliberal bajo el liderazgo de Ronald Reagan en EEUU y Margaret Thatcher en Reino Unido. Este viraje neoliberal dificultaría posteriormente los acuerdos con los socialdemócratas, con quienes volverían a coaligarse ya en 1990, con gobiernos más turbulentos que los pasados.

El líder más destacado dentro de esta nueva etapa neoliberal del partido fue Alois Mock, que posteriormente se convertiría en vicecanciller y ministro de Exteriores, siendo uno de los artífices del ingreso de Austria en la Comunidad Europea en 1995. Mock había sido elegido líder del partido en 1979, llamando a una importante reforma del partido, que ya llevaba 9 años seguidos en la oposición. Dentro de su nueva línea política remarcó la necesidad de centrarse en la reducción de impuestos y del gasto público.

Nueva gran coalición y auge de la ultraderecha (1990–2000)

El ascenso de Jörg Haider al liderazgo del FPÖ, venciendo a la facción moderada del partido, hizo virar a este partido, que había gobernado en años previos con los socialdemócratas, hacia posiciones de ultraderecha. Su crecimiento electoral erosionó el apoyo a los partidos tradicionales y forzó nuevos entendimientos entre socialdemócratas y populares, que formaron en 1990 una nueva gran coalición.

En las elecciones de 1999, el ÖVP quedó tercero, pero logró formar una polémica coalición con el FPÖ en 2000, bajo la cancillería de Wolfgang Schüssel, lo que provocó sanciones diplomáticas temporales por parte de la UE.

Vuelta a la cancillería y nuevos acuerdos con el SPÖ (2000–2017)

Durante la primera década del siglo XXI, el ÖVP mantuvo su posición como uno de los dos grandes partidos del país. En el 2000 volvieron a la cancillería con un acuerdo con la ultraderecha del FPÖ, que se mantuvo hasta 2006 (en los últimos meses, con su escisión BZÖ tomando el relevo). Posteriormente, alternando gobiernos de coalición con el SPÖ y, en algunos momentos, con el FPÖ.

La derrota en las elecciones de 2006, por apenas 1 punto frente al SPÖ de Alfred Gusenbauer, llevó a la formación de una nueva gran coalición entre socialdemócratas y populares. Sin embargo, las diferencias entre ambos partidos, llevaron a una nueva convocatoria electoral en la que ambos cayeron con fuerza, mientras que el FPÖ se reforzó significativamente. Los socialdemócratas volvieron a quedar en primera posición, bajo el liderazgo de Werner Faymann, conduciendo a una nueva gran coalición. Faymann repitió victoria en 2013, dando relevo al frente de la cancillería en el 2016 a Christian Kern, último canciller socialdemócrata.

El “nuevo ÖVP” de Sebastian Kurz (2017–2021)

Un punto de inflexión llegó en 2017 con la irrupción de Sebastian Kurz, entonces ministro de Exteriores, quien transformó radicalmente el partido. Kurz lo rebautizó como “nueva ÖVP” (Die neue Volkspartei), cambió su color tradicional de negro al turquesa y adoptó una agenda más dura en inmigración y próxima a la derecha nacional-populista. Eso permitió al partido recuperar espacio cedido previamente a la derecha radical del FPÖ, aunque previa adopción de sus políticas en materia migratoria.

En las elecciones de 2017, el ÖVP se impuso con un 31,5% y Kurz se convirtió en el canciller más joven de Europa. Gobernó primero con el FPÖ, pero tras el escándalo de corrupción conocido como el “Ibizagate” (2019), rompió la coalición, abriéndose un periodo de varios meses con un gobierno tecnocrático independiente. Tras la celebración de unas nuevas elecciones, gobernó desde enero de 2020 junto a los Verdes. Sin embargo, su segundo mandato también se vio ensombrecido por investigaciones por corrupción que finalmente lo obligaron a dimitir en octubre de 2021. Pese a su reducido tiempo al frente del partido y del gobierno, Kurz ha dejado huella en la formación, existiendo rumores de una posible vuelta a primera línea de la política en un futuro.

Crisis, sucesión y situación actual (2021–2025)

Tras la caída de Kurz, el ÖVP ha atravesado una etapa de inestabilidad interna. Lo sucedieron como cancilleres Alexander Schallenberg (brevemente) y luego Karl Nehammer, líder del partido y jefe del Gobierno desde diciembre de 2021 hasta hace unos meses. Nehammer intentó devolver estabilidad al partido, manteniendo su perfil conservador, enfatizando como ideas claves el orden público, la soberanía nacional y la lucha contra la inmigración irregular, con el objetivo de frenar el nuevo auge de la ultraderecha. Sin embargo, el ascenso del FPÖ —que ha vuelto a posicionarse como primera fuerza en algunas encuestas— y el desgaste del gobierno, en coalición con Los Verdes, han afectado seriamente la popularidad del ÖVP.

Las elecciones de septiembre de 2024 situaron por primera vez a la ultraderecha como partido más votado del país. El canciller Karl Nehammer, pese a la gran caída, logró un mejor resultado del previsto meses atrás por los sondeos, consiguiendo así «salvar los muebles». En un primer momento, se buscó formar una coalición con socialdemócratas y liberales, que evitara la participación de la ultraderecha. Sin embargo, las presiones dentro del partido y las dificultades para alcanzar un acuerdo hicieron encallar las negociaciones y llevaron a la dimisión de Nehammer, tras lo cual se iniciaron negociaciones para formar una coalición con FPÖ. Las exigencias del partido de extrema derecha, que fueron consideradas como inaceptables por los populares, llevaron a la ruptura de estos intentos de formar gobierno y a la formación de un gobierno con socialdemócratas y liberales bajo el nuevo liderazgo de Christian Stocker.

Cancilleres del partido

Leopold Figl (1945–1953)

Leopold Figl fue el primer canciller de la Segunda República de Austria y una de las figuras más queridas de la política austríaca del siglo XX. Fundador del ÖVP en abril de 1945, apenas liberado de un campo de concentración nazi, Figl representaba la esperanza de reconstrucción nacional tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Su estilo cercano y su pasado de resistencia al nacionalsocialismo le granjearon gran popularidad en el país. Gobernó durante 8 años en coalición con los socialdemócratas y sentó las bases del actual sistema democrático austríaco. Fue también ministro de Asuntos Exteriores y presidente del Parlamento. Su figura está ligada a la consolidación de la independencia austríaca y al inicio del camino hacia la neutralidad.

Julius Raab (1953–1961)

Ingeniero y político con trayectoria durante la Primera República, cuando participó en el Partido Social Cristiano y el austrofascista Frente de la Patria, llegando a ser ministro poco antes del Anschluss, que puso fin a su breve experiencia gubernamental. Aunque no participó activamente en la resistencia contra los nazis, tras su caída se volvió a integrar rápidamente en las filas democristianos. Raab sucedió a Figl como canciller en 1953 y continuó gobernando con el SPÖ en una gran coalición. Raab es recordado sobre todo por ser el principal negociador del Tratado de Estado de 1955, que puso fin a la ocupación aliada y restauró la soberanía de Austria. Durante su mandato se estableció la neutralidad permanente del país, que sigue siendo un pilar de su política exterior.

Alfons Gorbach (1961–1964)

Alfons Gorbach asumió la cancillería tras la retirada de Raab, en un momento de continuidad y estabilidad. De perfil tecnocrático y moderado, no introdujo grandes cambios, y su breve mandato estuvo marcado por tensiones internas en el partido. Su liderazgo terminó tras perder las elecciones de 1962, aunque permaneció un tiempo más como canciller. Su figura se asocia con el final de la era dorada del dominio conservador.

Josef Klaus (1964–1970)

Josef Klaus fue el primer canciller del ÖVP en gobernar sin el SPÖ desde la posguerra. En 1966, logró una mayoría absoluta y formó el primer gobierno monocolor del partido. Durante su mandato promovió políticas liberales en economía y defendió un Estado menos intervencionista. Sin embargo, su estilo más ‘autoritario’ y los cambios sociales en curso le hicieron perder popularidad. En 1970, fue derrotado por el socialdemócrata Bruno Kreisky, lo que puso fin al ciclo hegemónico del ÖVP.

Wolfgang Schüssel (2000–2007)

Después de tres décadas en la oposición o como socio menor en coaliciones, el ÖVP volvió a la cancillería con Wolfgang Schüssel, una figura clave en la transformación moderna del partido. En 2000, Schüssel formó una coalición con la ultraderecha del FPÖ de Jörg Haider, lo que provocó una fuerte crisis diplomática con la Unión Europea. Su mandato estuvo marcado por reformas neoliberales en pensiones, sanidad y educación. Aunque ganó las elecciones de 2002, en 2006 fue derrotado y el ÖVP volvió a quedar relegado a socio minoritario de los socialdemócratas.

Sebastian Kurz (2017–2021)

Con solo 31 años, Sebastian Kurz se convirtió en el canciller más joven de Europa en 2017. Cambió radicalmente la imagen del ÖVP, adoptando una agenda más restrictiva en inmigración, con un enfoque populista de derechas. Gobernó primero con el FPÖ y luego con Los Verdes, en una inusual alianza conservadora-ecologista. Su caída llegó tras varios escándalos de corrupción en 2021, que lo obligaron a dimitir. Kurz fue una figura polarizadora, admirada por unos por su habilidad táctica y criticada por otros por su hiperliderazgo y sus posiciones radicales.

Karl Nehammer (2021–2025)

Tras la dimisión de Kurz, el ÖVP pasó por una fase de turbulencia interna. Karl Nehammer, exministro del Interior, asumió la jefatura del partido y del Gobierno en diciembre de 2021. Bajo su liderazgo, el ÖVP ha intentado recuperar una imagen de estabilidad y autoridad, reforzando su discurso en seguridad, control migratorio y orden público. Sin embargo, el desgaste del poder y el avance del FPÖ han dificultado su gestión. Nehammer lideró el partido hasta las pasadas elecciones, dimitiendo meses después, ante la imposibilidad de formar una coalición con socialdemócratas y liberales y la presión interna dentro del partido, con facciones que preferían buscar primero un acuerdo con la ultraderecha del FPÖ, que posteriormente se intentó sin éxito.

Ideología

El Partido Popular de Austria es uno de los partidos centrales del sistema de partidos del país. Formado en 1945 como un partido democristiano, cuenta con un marco ideológico similar al de otros partidos del centroderecha europeo. Dada sus raíces democristianas, tradicionalmente mantuvo un equilibrio entre políticas pro-mercado y del bienestar, reforzadas también por sus múltiples coaliciones con los socialdemócratas. Además, ha sido uno de los grandes partidos europeístas de Austria, siendo el principal impulsor de la entrada del país a la Unión Europea. Por otro lado, apuesta por un modelo territorial descentralizado, favoreciendo el poder de los estados.

Sin embargo, la ideología del partido no ha sido totalmente homogénea a lo largo del tiempo. Tras la derrota en 1970, que dejó al partido fuera de la cancillería durante tres décadas, y la irrupción del neoliberalismo como principal movimiento dentro de la derecha a nivel global, el partido acogió en mayor medida esas ideas neoliberales, poniendo un mayor énfasis en las reducciones de impuestos y del tamaño del Estado. Posteriormente, a partir de 2017, con el importante crecimiento de la ultraderecha del FPÖ y tras la llegada al liderazgo del partido de Sebastian Kurz, el partido adoptó posiciones sustancialmente más conservadoras en el eje socio-cultural, especialmente en materia de inmigración.

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