FRANCIA: La popularidad del presidente Emmanuel Macron se mantiene en mínimos, con apenas un 25 % de aprobación

Francia se mantiene en una etapa de fuerte inestabilidad política e institucional. Tras las elecciones legislativas anticipadas de julio de 2024 —convocadas por el presidente Emmanuel Macron luego del colapso de su alianza en las europeas— el país vive un prolongado bloqueo parlamentario. Ningún bloque político alcanzó la mayoría absoluta: el Nuevo Frente Popular (izquierda) quedó como primera fuerza, seguido por el ultraderechista Rassemblement National (RN) y el oficialismo centrista Ensemble, que sufrió un duro revés. La Asamblea Nacional, fragmentada y polarizada, ha impedido la formación de un gobierno con respaldo sólido, y el primer ministro François Bayrou se mantiene pese a las constantes mociones de censura y su escasa popularidad.

En este contexto, el presidente Macron anunció recientemente un ambicioso aumento del gasto militar, que alcanzará los 64.000 millones de euros en 2027, en respuesta al deterioro del entorno geopolítico. Esta decisión ha generado críticas por realizarse en ausencia de un consenso parlamentario. En el plano internacional, también, Francia ha pactado recientemente con el Reino Unido un controvertido acuerdo migratorio que refuerza el control de embarcaciones en el Canal de la Mancha, mientras que en el frente interno se acaba de firmar con los líderes independentistas el “Acuerdo de Bougival”, que reconoce a Nueva Caledonia como “estado asociado”, pendiente de ratificación.

Además, el RN se ha visto golpeado por una investigación judicial por presunta financiación ilegal de la campaña presidencial de 2022, que incluyó un registro a su sede en París, alimentando las tensiones políticas. A esto se suman huelgas, protestas sociales y una creciente frustración ciudadana por la parálisis legislativa. A menos de dos años de las elecciones presidenciales de 2027, el panorama político francés sigue marcado por la fragmentación, la desafección y el riesgo creciente de una nueva crisis institucional. Antes, las elecciones locales de marzo de 2026 serán un termómetro clave de las fuerzas en disputa y una primera prueba para la recomposición de las alianzas, tanto en la izquierda, el oficialismo y la derecha.

La izquierda aún debe decidir si proseguir su camino unitario, que según las diferentes encuestas, le restaría apoyos, pero le haría más competitiva electoralmente al aumentar sus opciones de pasar a balotajes. Sin embargo, las diferencias entre los partidos, especialmente con La Francia Insumisa, y el repunte del Partido Socialista, aliado con Place Publique, en los últimos años, hacen más complicado el mantenimiento del Nuevo Frente Popular. Sin embargo, las alianzas serán probablemente dispares a lo largo del territorio de cara a las elecciones locales.

Por su parte, el derechista Los Republicanos continúa en la disyuntiva entre un acercamiento al oficialismo, con el que ya está coaligado en el ámbito nacional, o uno hacia la Agrupación Nacional, con el que cada vez comparten más líneas del discurso. El oficialismo probablemente sufra el lastre en las elecciones locales, que ya de por sí nunca fueron un escenario bueno para el macronismo ante su menor implantación territorial, de la popularidad del presidente Emmanuel Macron. Así, la última media de encuestas muestra que cuenta con apenas un 25 % de aprobación, prácticamente igualando sus mínimos desde 2017. Los datos no son mejores en el caso de François Bayrou (MoDem), que apenas registra un 19,5 % de aprobación.

Be the first to comment

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.