TAILANDIA: El progresista Partido del Pueblo crece hasta el 50 % y el gobernante Pheu Thai se hunde tras la filtración que llevó a la suspensión de la primera ministra

El gobernante Pheu Thai, de corte populista, combinando un ideario liberal con una clara apuesta por el asistencialismo que siempre le ha hecho representar a clases medias y bajas de Tailandia, se hunde tras la polémica surgida por la filtración de una llamada de la primera ministra Paetongtarn Shinawatra, hija del destacado ex primer ministro Thaksin Shinawatra, que tuvo que exiliarse tras un golpe militar en 2006, con el expresidente del país vecino de Camboya Hun Sen. Una polémica que le ha llevado, finalmente, a su suspensión como jefa del gobierno. De acuerdo con una encuesta electoral de NIDA, realizada en los días posteriores a la polémica, el Pheu Thai habría caído 20 puntos de intención de voto en apenas tres meses. Una caída de la que se han beneficiado tanto el progresista pro-democracia Partido del Pueblo como algunos partidos del espectro conservador.

Según esta encuesta electoral, el Partido del Pueblo vuelve a crecer con fuerza y se sitúa con un 50 % de intención de voto (sobre el voto ya decidido, que representa aproximadamente el 90 % del total). Esto representaría un crecimiento de 12 puntos con respecto a las elecciones generales de 2023, en las que su antecesor, Partido Avanzar, que fue ilegalizado hace un año, ya quedó como primera fuerza. El Pheu Thai, según esta encuesta, podría ser superado por el nacional-conservador y favorable al poder militar, Nación Unida, registrando un 14 %. Por su parte, el también conservador Orgullo Tailandés, que abandonó el gobierno como protesta por la polémica llamada de la primera ministra, crece hasta el 10,5 %. Por último, el derechista Poder del Estado Popular y el centroderechista Demócrata empatan con un 3 % cada uno.

Breve contexto de la situación política en Tailandia

Tailandia atraviesa una nueva crisis política tras la suspensión de la primera ministra Paetongtarn Shinawatra el 1 de julio de 2025. El detonante fue la filtración de una llamada telefónica con el presidente del Senado de Camboya, Hun Sen, en la que la mandataria le ofrecía apoyo político informal, refiriéndose a él como «tío» y se refería despectivamente a un alto mando militar tailandés. Hun Sen es el líder del partido gobernante en Camboya desde los años y primer ministro de 1998 a 2023, cuando fue sucedido en el cargo por su hijo. El contenido fue interpretado por sectores conservadores como una traición a la soberanía nacional. El Tribunal Constitucional aceptó una demanda por violación de normas éticas y suspendió a Paetongtarn mientras se desarrolla el proceso.

La respuesta social no se hizo esperar: miles de manifestantes nacionalistas tomaron las calles de Bangkok, exigiendo la renuncia inmediata de la primera ministra, en lo que fue la mayor movilización conservadora desde las elecciones de 2023. La crisis también provocó una fractura dentro del gobierno: el partido conservador Bhumjaithai se retiró de la coalición liderada por Pheu Thai, debilitando significativamente su mayoría parlamentaria. Desde entonces, el país ha tenido dos primeros ministros interinos en cuestión de días; actualmente, el ministro del Interior Phumtham Wechayachai ejerce como jefe de gobierno en funciones.

Este episodio ha intensificado las tensiones internas dentro de la coalición gobernante. El pacto de 2023 entre Pheu Thai —partido asociado a la familia Shinawatra— y los partidos conservadores cercanos al ejército fue visto como un “compromiso de gobernabilidad” tras el bloqueo parlamentario al progresista Partido Avanzar (MFP). Sin embargo, esta alianza ha erosionado la base electoral tradicional de Pheu Thai, que mantiene compromiso pro-democrático contrario a las posiciones de los partidos conservadores más defensores de la monarquía y el poder militar, y ha generado divisiones entre quienes buscan estabilidad institucional y quienes exigen reformas democráticas más profundas.

Por otro lado, el espacio opositor ha sido ocupado con fuerza por el Partido del Pueblo (PPLE), sucesor político del MFP, disuelto en agosto de 2024 por su defensa de la abolición de los delitos de lesa majestad, que permiten condenar a las personas que critiquen a la monarquía. Bajo el liderazgo de Natthaphong Ruengpanyawut, el PPLE ha heredado el capital político del progresismo tailandés, defendiendo reformas estructurales, la democratización del poder judicial y una ley de lesa majestad más proporcional. Actualmente, es la principal fuerza de oposición y ha exigido la convocatoria de elecciones anticipadas.

La situación tailandesa pone en evidencia una democracia tutelada, donde los avances electorales chocan con un sistema diseñado para preservar los intereses del ejército, la monarquía y las élites judiciales. La resolución del caso de Paetongtarn, sumada a la posible recomposición de fuerzas parlamentarias, marcará el rumbo inmediato de un país atrapado entre las promesas de apertura y las estructuras del viejo orden autoritario.

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