Aunque hay encuestas muy optimistas para el PP en las que aparece como primera fuerza con hasta el 29 %, el futuro para el PP no parece que vaya a ser muy bueno. Otras encuestas menos optimistas, les otorgan tan solo el 19 % de los votos. ¿Cuál de las dos predicciones es más fiable? Ninguna de las dos muestra en mi opinión la situación actual del voto del PP. El PP, como es conocido, suele tener un gran voto oculto. Si contamos ese posible voto oculto, el PP puede que llegue al 29 % pero si le quitamos ese posible voto oculto, el voto del PP se queda en torno a un 19 %. La cuestión está en que es muy posible que ese voto oculto esta vez no exista. Ese voto oculto suele ser de la clase media o elector de centro. Esta parte del electorado representa gran parte del electorado del PP, y resulta que este sector del electorado es el más defraudado e indignado por el PP. Ha sido el electorado más perjudicado por las políticas del PP y por lo tanto, estos electores es muy posible que no vuelvan a votar al PP en las próximas elecciones municipales y autonómicas, ni tampoco en las generales. Como añadido, el calendario no beneficia al PP. Los juicios por los casos de corrupción del PP se realizarán antes de las elecciones y esto tiene un gran efecto negativo sobre el voto al PP que suele durar bastantes meses. Si esto fuera poco, por el centro del tablero político irrumpe con fuerza Ciudadanos, que todavía tiene mucho margen de crecimiento y que se va a llevar a gran parte de ese electorado descontento que antes mencioné. Por la derecha, está VOX que tras haber cumplido un año está apareciendo en los medios de comunicación y es probable que empiece a sumar votos, arrebatando a parte del electorado más de derecha del PP, descontento por no haber aprobado finalmente la ley del aborto y por otras cuestiones, como la corrupción.
Aún así, las tendencias siempre pueden cambiar. El PP tiene margen de maniobra, aunque se poca. Veremos en los próximos meses si el PP reacciona antes estas amenazas o si por el contrario no reacciona y entonces la sangría de votos podrá ser brutal.
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