El izquierdista Sinn Féin ha conseguido ganar las elecciones legislativas de Irlanda, rompiendo el bipartidismo de Fianna Fáil y Fine Gael que siempre ha dominado la política de la República de Irlanda. La victoria de los izquierdistas ha sido solo en voto, ya que ante las bajas expectativas que tenían al inicio de la campaña, el Sinn Féin solo presentó a 42 candidatos, la mitad que Fianna Fáil o Fine Gael. Pese a ello, se han quedado a solo un diputado de ser la fuerza con más escaños.
Pese a la buena situación macroeconómica del país y algunos avances sociales en los últimos años, problemas como la sanidad o la vivienda han desgastado al gobierno de Fine Gael, que gobernaba con apoyo de Fianna Fáil e independientes. El Sinn Féin ha sabido canalizar este descontento y ha obtenido su mejor resultado electoral en la historia de la actual República irlandesa. Los izquierdistas han subido 10 puntos hasta el 24,5 % y han conseguido 37 escaños. El Fianna Fáil ha bajado ligeramente hasta el 22,2 % y se ha quedado con 38 escaños. El Fine Gael ha caído 4 puntos hasta el 20,9 % y ha pasado de 49 a 35 escaños. El Partido Verde multiplica su último resultado electoral y se sitúa con un 7,1 %, pasando de 2 a 12 escaños. El Partido Laborista baja hasta el 4,4 %, pero resiste en escaños, perdiendo tan solo uno (de 7 a 6). Los Socialdemócratas se mantienen con un 2,9 %, pero doblan su representación, consiguiendo 6 escaños. El ultraizquierdista S-PBP baja hasta el 2,6 % y se queda con 5 escaños. Aontú, la escisión antiabortista y más conservadora del Sinn Féin, logra un 1,9 % y entra con 1 escaño. Por último, Independientes por el Cambio cae y mantiene solo 1 escaño.