El SPD parte como gran favorito de cara a las elecciones estatales de Sarre, el primer test electoral para el gobierno de Olaf Scholz (le seguirán en mayo elecciones en Renania del Norte-Westfalia – el estado más grande del país – y en Schleswig-Hosltein). Los socialdemócratas, que llevan como socio minoritario de los democristianos desde 2012, podrían ganar, según las encuestas, por primera vez desde 1994. Lo más probable en ese escenario es un cambio en la presidencia del estado, que pasaría a manos del SPD, pero manteniendo la actual gran coalición SPD-CDU. Otras opciones son más inciertas, pues el resto de partidos se encuentran en torno a la barrera electoral del 5 %, y más impopulares.
De acuerdo con la última media de encuestas, los socialdemócratas han venido subiendo durante la campaña electoral y rozarían el 40 % del voto, algo que llevan sin conseguir en el estado desde 1999. Los democristianos, que llevan 23 años liderando los gobiernos estatales, podrían obtener su peor resultado histórico, con en torno a un 30 % del voto. La ultraderechista AfD podría obtener unos resultados similares a los de 2017, únicas elecciones a las que se han presentado, con en torno a un 6 % de los votos. El liberal FDP y Los Verdes se sitúan con alrededor del 5 %, por lo que su representación en el Parlamento estatal dependerá de unos pocos votos. Die Linke podría bajar del 5 %, obteniendo un claro retroceso respecto a años pasados. Los izquierdistas alcanzaron el 21,3 % en 2009 y el 16,1 % en 2012.
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