La carrera presidencial francesa se ajusta y las diferencias entre Macron y Le Pen se reducen tanto para la primera vuelta como para la segunda. Le Pen no ha parado de crecer en las últimas semanas, a costa de un desplome del ultraderechista Zemmour y la conservadora Pécresse. El izquierdista Mélenchon también crece con fuerza, pero apenas cuenta con opciones de pasar a segunda vuelta, ante la gran subida de Le Pen. La candidata ultraderechista se ha aprovechado del malestar social y la preocupación por la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación que la guerra de Ucrania ha producido. Con un discurso especialmente social en esta campaña, se ha situado como «la candidata más fiable para atajar la pérdida de poder adquisitivo», según una encuesta reciente.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales antes de las elecciones, Macron se mantiene a la baja y se sitúa con un 26,3 % de intención de voto, pudiendo por tanto mejorar en un par de puntos el resultado de 2017. Le Pen también lo mejoraría, subiendo de forma muy importante durante la campaña, hasta situarse con un 23,5 %. Mélenchon sube hasta el 17 %, aún ligeramente por debajo del resultado electoral de 2017, que aún puede igualar, dado que el electorado que declara su voto por otros candidatos de la izquierda no se muestra aún especialmente decidido, pudiendo finalmente optar por el voto útil. Zemmour baja hasta el 9,3 %, manteniéndose ligeramente por encima de Pécresse.
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