Las primeras elecciones generales tras el fin de la dictadura franquista, celebradas el 15 de junio de 1977, se saldaron con una victoria de la Unión de Centro Democrático, del presidente Adolfo Suárez. El año anterior, las Cortes habían votado y la ciudadanía había ratificado la Ley para la Reforma Política, que suponía la defunción del régimen franquista. Sin embargo, aún quedaba la tarea de construir el nuevo orden democrático constitucional. Aunque de primeras las elecciones no se plantearon como constituyentes, estas primeras Cortes asumieron dicha función. Durante el año previo a las elecciones, las organizaciones políticas fueron legalizadas de forma paulatina. Apenas unos meses antes de estas, en abril, se decretó la disolución de Falange, el partido único del franquismo, y la legalización del Partido Comunista de España.
El sistema electoral diseñado para estas elecciones repartía los escaños por provincias, dando una ventaja a UCD frente a los partidos de izquierda. Así, UCD y AP sumaban un 42,6 % del voto y una mayoría de 181 escaños. PSOE, PSP y PCE, con un 43,1 %, se quedaron con 144 parlamentarios. 12 candidaturas consiguieron representación en estos comicios.
El PSOE se posicionó claramente como el principal partido de la izquierda, pese a la mayor labor de oposición durante el franquismo desde el PCE. Los españoles optaron, de este modo, por las dos fuerzas más moderadas de cada uno de los bloques ideológicos y por las dos con los líderes más jóvenes (PSOE y UCD) frente a las dos más radicales y encabezadas por líderes de mayor edad (PCE y AP). Unión de Centro Democrático, con un 34,4 % del voto, se hizo con 165 escaños, a apenas 11 de la mayoría absoluta. El PSOE de Felipe González irrumpió con un 29,3 %, recuperando su posición de predominio en la izquierda durante la II República, y logró 118 escaños.
El Partido Comunista de Santiago Carrillo quedó tercero con un 9,3 % y 20 escaños frente al 8,2 % y los 16 diputados de la Alianza Popular de Manuel Fraga. El Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galván se hizo con un 4,5 % del voto y entró al Congreso con 6 diputados. Posteriormente, se integraría en el PSOE. La coalición de catalanistas de izquierdas y derechas, liderada por Jordi Pujol, el Pacte Democràtic per Catalunya, consiguió 11 escaños. El Partido Nacionalista Vasco logró 8. El Equipo de la Democracia Cristiana, formado por la Federación de la Democracia Cristiana (FDC) y partidos regionalistas, se quedó con un 1,2 %, no logrando representación. Sí consiguió su aliado en Cataluña, Unió del Centre i la Democràcia Cristiana de Catalunya, entrando con 2 parlamentarios. La FDC era una alianza de Izquierda Democrática, del exministro y posteriormente Defensor del Pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez, y la Federación Popular Democrática de José María Gil-Robles, líder de la derechista CEDA en la II República.
También consiguieron representación la Candidatura Aragonesa Independiente de Centro (posteriormente, PAR) del entonces presidente de la Diputación de Zaragoza, Hipólito Gómez de las Roces, y la Candidatura Independiente de Centro del ex vicesecretario general del Movimiento José Miguel Ortí y el gobernador civil de Castellón Pablo Martín Caballero. Esta última candidatura logró ser tercera fuerza con un 12,5 % del voto en Castellón, gracias a lo cual logró un escaño.
Euskadiko Ezkerra, con un 0,3 % del voto, y Esquerra de Catalunya, con un 0,8 %, entraron con 1 escaño cada uno. No consiguieron, sin embargo, representación la Alianza Socialista Democrática (alianza del PSOE-Sector Histórico y el Partido Socialista Democrático Español), la franquista Alianza Nacional 18 de julio o los ultraizquierdistas Frente Democrático de Izquierdas (impulsado por el PTE) y Agrupación Electoral de Trabajadores (impulsada por la ORT).
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