La crisis energética que está viviendo Europa, especialmente pronunciada en Alemania, muy dependiente de Rusia, sigue desplegando sus efectos. El foco, trasladado en los últimos meses en mayor medida hacia el vicecanciller y ministro de economía y clima, el ecologista Robert Habeck, uno de los políticos más populares del país, está empezando a quemar a Los Verdes. La situación y una sensación de agotamiento e improvisación por parte del líder verde, sumado a decisiones polémicas sobre la energía nuclear o el recargo recientemente aprobado sobre el gas, estarían perjudicando tanto a sus niveles de aprobación como a la intención de voto del partido. Mientras, los democristianos se mantienen como primera fuerza y consiguen su mayor ventaja desde julio del año pasado. La ultraderecha sigue al alza, situándose en su mayor nivel de apoyo desde febrero de 2020.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, los democristianos de la Unión suben hasta el 27,5 %, superando en 7 puntos a Los Verdes, que bajan más de 3 puntos en un mes hasta el 20 %. Los socialdemócratas, aún sufriendo el desgaste de la crisis sobre la popularidad del canciller Olaf Scholz, se sitúan con un 19 %. El ultraderechista AfD continúa creciendo y alcanza un 13,5 %. El liberal FDP se mantiene estable con un 7 %. Die Linke también se beneficia de la crisis y sube hasta el 5,5 %, su mejor dato desde principios de año.
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