Los resultados de las elecciones generales de ayer no dejaron grandes sorpresas. La derecha, liderada por el ultraderechista Hermanos de Italia, heredero del fascista Movimiento Social Italiano, formado tras la Segunda Guerra Mundial por exmilitantes del Partido Nacional Fascista, se hizo ampliamente con la victoria. La división del espacio progresista en tres coaliciones distintas permitió que los partidos conservadores se impusieran en el país, ganando la gran mayoría de distritos uninominales. El sistema electoral, así, benefició a la derecha, que concurría unida. Pese a todo, el escenario no fue el más favorable para la coalición de Meloni, quedando lejos de los dos tercios y convirtiéndose Forza Italia, miembro del Partido Popular Europeo, en la llave de gobierno.
La principal vencedora de la noche electoral de ayer fue, indudablemente, Giorgia Meloni. Fratelli d’Italia cumplió las expectativas marcadas por los sondeos y se alzó como partido político más votado. Con un 26 % de los votos, superó en 7 puntos al centroizquierdista Partido Democrático, que no mejoró respecto al mal resultado de 2018. Fratelli creció 22 puntos respecto a 2018, cuando era un partido menor dentro del espacio de la derecha. Meloni se impuso en la mayoría de los distritos del país, con la excepción de ciertos urbanos y del centro-norte (del centroizquierda), del sur (del M5S) y de Tirol del Sur (de los regionalistas de SVP-PATT). Fratelli recogió, según un sondeo de SWG, un 40 % del voto de Lega, un 37 % de Forza Italia y un 14 % del M5S. No consiguió, sin embargo, hacerse con votos del centroizquierda.
El centroizquierdista Partido Democrático quedó segundo y decepcionó con unos resultados realmente pobres. Apenas mejoró los malos resultados de Renzi en 2018 y perdió unos cuatro puntos respecto a la intención de voto de agosto. La mala campaña electoral por parte de la formación de Enrico Letta dejó al partido con apenas unas pocas victorias en distritos en sus feudos del centro-norte del país y en alguna zona urbana como Génova. Mejoró especialmente en el voto exterior, donde ha conseguido 4 de los 8 escaños. El PD consiguió mantener el 58 % de su electorado en 2018, mientras que un 17 % se abstuvo, un 12 % se fue a su escisión Azione/Italia Viva, un 5 % a M5S, un 5 % a otros partidos del centroizquierda y apenas un 3 % a la derecha. El secretario general del partido, Enrico Letta, ya ha anunciado su renuncia a renovar su liderazgo en el próximo Congreso de la formación.
El Movimiento 5 Estrellas se hundió en estas elecciones, pero lo hizo mucho menos de lo que se esperaba durante meses pasados. Si en agosto contaba con apenas un 10 % de intención de voto y no se preveía que pudieran ganar ningún distrito, finalmente superaron el 15 % y se hicieron con 10 distritos del sur. En zonas como Nápoles, el M5S arrasó, superando el 40 % del voto. El sur salvó a Giuseppe Conte, que sale reforzado de estos comicios, más aún si se compara su resultado con el desastre del PD. El electorado del M5S en estas elecciones se ha izquierdizado respecto a 2018. Entonces, el 29 % de sus votantes se situaba en la izquierda. Esta vez, ese porcentaje se situó en el 49 %. Respecto a 2018, el M5S perdió un 36 % de sus votantes hacia la abstención, una mayor proporción de los que repitieron voto, mientras que un 14 % se fue a Fratelli y un 10 % al centroizquierda.
La Lega de Matteo Salvini fue la principal derrotada en las elecciones generales. Se dejó más de la mitad de sus votos, descendiendo por debajo del 10 %. En una legislatura en la que Salvini llegó al 35 % de intención de voto, haber quedado finalmente a la par de Forza Italia supone un fracaso enorme. La Lega fue superada en las regiones del norte, sus feudos tradicionales (el partido era de ámbito regional antes), por Fratelli d’Italia. Su presencia en el sur, donde en 2018 sí consiguió cierta fuerza, se desvaneció casi por completo. Las llamadas a la dimisión de Salvini, que en su momento apostó por la nacionalización del partido ante las críticas de algunos dirigentes locales, ya están empezando a surgir en el partido.
Forza Italia consigue los resultados esperados según los sondeos. Retrocede con fuerza respecto a 2018, siendo el peor resultado histórico del centroderecha en unas elecciones. Sin embargo, el partido de Berlusconi, que fue elegido senador, marcará la mayoría del gobierno. Lega y Fratelli no tienen mayoría por sí solos en las cámaras legislativas, y necesitarán de Forza Italia, miembro de los populares europeos. Uno de sus mayores dirigentes, el expresidente del Parlamento Europeo Antonio Tajani, declaró en la noche electoral que su partido trabajará para «centrar el gobierno».
El Tercer Polo de Azione e Italia Viva consiguió un buen resultado, pero no alcanzó los elevados objetivos establecidos por sus líderes. Esta lista electoral centrista ganó impulso durante la campaña electoral y se hizo fundamentalmente con votos del Partido Democrático, de donde proceden los cuadros de ambos partidos. No consiguieron ganar en ningún distrito.
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