La conservadora Nueva Democracia del primer ministro Kyriakos Mitsotakis se mantiene como primera fuerza y repunta ligeramente en el último mes. El primer ministro se mantiene con una popularidad elevada, de en torno al 48 %, según varias encuestas. El escándalo de espionaje a periodistas y políticos opositores no ha dañado su figura, pese a que sus explicaciones no convencieron a la mayoría de griegos. Sin embargo, los anuncios hechos por Mitsotakis el pasado mes y la creciente tensión con el gobierno de Turquía podrían ayudar a su partido a nivel electoral.
Las próximas elecciones serán a mediados de 2023. Si bien Nueva Democracia podría volver a ganar, quedaría lejos de la mayoría absoluta. El escándalo del espionaje, aunque no haya dañado la imagen de Mitsotakis, sí le ha distanciado del PASOK, que podría haber sido un posible socio de gobierno para la próxima legislatura. Un acuerdo con la ultranacionalista y prorrusa Solución Griega no le aportaría, según las actuales encuestas, una mayoría parlamentaria. Y además, sería realmente complicado en el actual contexto de guerra con Rusia, dada la posición nítidamente atlantista de Nueva Democracia.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, la conservadora Nueva Democracia se sitúa con un 36,5 % de intención de voto, lo que le situaría en 120 escaños (38 menos que en 2019). Syriza se mantiene estable con un 27,5 %, varios puntos por debajo de su último resultado electoral, aunque mejoraría su representación hasta los 90 escaños gracias a la no aplicación del bonus de 50 escaños al ganador en los próximos comicios. El socialdemócrata PASOK se mantiene tercero con un 13,5 % y crecería hasta los 43 escaños. El Partido Comunista (KKE) se sitúa con un 6 %, ligeramente por encima de la ultranacionalista ortodoxa Solución Griega, con un 5 %. El izquierdista MeRA25 continúa con un 3,5 %, ligeramente por encima de la barrera electoral. El ultraderechista Griegos por la Patria sigue por debajo, con un 2 %.
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