El Partido Conservador se sigue hundiendo bajo el liderazgo de Liz Truss. La crisis creada por su anuncio del mini-budget, un plan para recortar de forma muy significativa los impuestos, especialmente a las rentas altas y las empresas, sigue mostrando sus efectos. La destitución del canciller de la Hacienda Kwasi Kuarteng y su sustitución por Jeremy Hunt, que ha dado un volantazo en la política fiscal, anulando la integridad del plan, no han servido para que los tories recuperen la confianza. La pérdida de confianza de la opinión pública con su primera ministra ha dejado a Truss muy debilitada internamente. Los medios ya recogen informaciones sobre su posible destitución por parte de los diputados de su partido.
De acuerdo con esta encuesta electoral de Redfield & Wilton, los laboristas suben hasta el 56 % de intención de voto, su mejor dato en una encuesta desde 1997. Los conservadores siguen hundiéndose y registran apenas un 20 % de intención de voto, lo que les podría hacer perder 9 de cada 10 escaños. Los liberal demócratas se colocan con un 11 %, lo que le serviría para aumentar su representación, ante el desplome tory. Los verdes se colocan con un 5 %, los nacionalistas escoceses se mantienen con un 4 % y Reform UK se sitúa con un 2 %.
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