Las elecciones generales del 7 de enero en Bangladés han dejado la cuarta victoria electoral consecutiva de la nacionalista bengalí y secularista Liga Awami de la primera ministra Sheikh Hasina, un nuevo récord en la historia del país. El resultado, así, fue según lo esperado. La victoria de la Liga Awami era segura ante el boicot de la oposición a estos comicios, entre ellos, el principal partido opositor el Partido Nacionalista (BNP). La participación se hundió 38 puntos hasta el 41,8 %. El proceso electoral ha sido criticado por observadores internacionales, profundizando la brecha entre el gobierno bangladesí y gobiernos occidentales, que llevan años siendo críticos con el deterioro de la democracia en el país (EEUU ya impuso sanciones por ello).
Las elecciones, que se celebraron en un contexto de creciente represión contra el opositor Partido Nacionalista (con decenas de miles de militantes detenidos en los últimos meses) y de violencia política, darán un nuevo mandato de 5 años a la Liga Awami, que se ha asegurado 222 de los 300 escaños elegidos directamente por los ciudadanos en distritos uninominales (por sistema FPTP). Otros 50 escaños serán elegidos por estos diputados, reservados para la representación de mujeres. La Liga Awami perdió 35 escaños en estos comicios ante las victorias de decenas de candidatos independientes (62 en total). Esta proliferación de independientes fue criticada antes de las elecciones por la oposición, dado que “el 80 % de los candidatos independientes son miembros de la Liga Awami”, según denuncia el opositor BNP. Esta habría sido una estrategia del partido gubernamental para mostrar una apariencia de normalidad democrática. El conservador y nacionalista Partido Nacional, antiguo socio de Awami, pasó de 22 a 11 escaños.
La nueva victoria electoral de la Liga Awami asentará el poder de Sheikh Hasina, aunque amenaza con nuevas oleadas de violencia y la consiguiente represión gubernamental. El resultado electoral ha sido bienvenido por parte del gobierno indio de Nahrendra Modi, principal aliado de Hasina. La India, que ha mantenido muy buenas relaciones con Bangladés desde su independencia de Pakistán en 1971, busca consolidar sus lazos con el país y alejarlo de la influencia de China, con el que el actual gobierno también mantiene buenas relaciones (como muestra la incorporación de Bangladés a la Nueva Ruta de la Seda). India es especialmente favorable a la Liga Awami por su secularismo, que le hace un aliado en la lucha contra grupos islamistas (algunos de ellos de provincias fronterizas con la India y que han usado Bangladés en múltiples ocasiones como base), mientras que ve con peores ojos al Partido Nacionalista, más próximo al movimiento islamista, con el cual se ha aliado en el pasado.
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