Primera derrota de Giorgia Meloni desde que es primera ministra. La coalición de derechas pierde el gobierno regional de Cerdeña a manos del centroizquierda, liderada por una candidata del M5S. Desde 2015 no sucedía que la derecha perdiera un gobierno regional en favor del bloque del centroizquierda, que ha conseguido romper el ciclo de derrotas electorales. Especialmente dolorosa es esta derrota para la primera ministra por ser el candidato derechista, Paolo Truzzu, de su propio partido, Fratelli d’Italia.
Truzzu, actual alcalde de la capital regional, Cagliari, partía como favorito de cara a estas elecciones, pero finalmente ha perdido por unas décimas de voto. Un cierto desgaste de la coalición de derechas y la mayor concentración del voto progresista, ante la coalición del centroizquierda con el M5S, ha permitido el cambio de gobierno. La coalición del centroizquierda consiguió su ventaja fundamentalmente gracias al voto de las ciudades. Pese a que el candidato conservador ocupa la alcaldía de Cagliari, en la capital de la región insular fue en una de las zonas donde mayor ventaja consiguió el centroizquierda: un 53 % de su candidata Alessandra Todde frente al 34,6 % del actual alcalde.
Alessandra Todde, exvicepresidenta y diputada nacional del M5S, sucederá como presidenta regional al autonomista de derechas Christian Solinas, del Partido Sardo de Acción (PSd’Az), que está siendo investigado por corrupción. Todde lideraba la coalición del centroizquierda, de la cual el Partido Democrático se mantiene como principal fuerza política. El PD se mantiene como primer partido de la región, aunque con una ventaja de apenas 1.000 votos sobre el partido del candidato derechista, Fratelli d’Italia, que consigue un gran incremento ante el hundimiento de Lega y el PSd’Az. El M5S no explota el liderazgo de Todde y baja respecto a las elecciones de 2019, cuando concurrió de forma separada al centroizquierda. Entre los resultados de las listas partidistas cabe destacar los de la Alianza Verdes/Izquierda, convertidos en terceros de la coalición del centroizquierda, y del centroderechista Reformadores Sardos, que se convirtieron segundos de la derecha, superando a Forza Italia, FdI y PSd’Az.
La victoria de la coalición del centroizquierda se da, además, pese a no contar con una total unidad su espacio político. La candidatura de Renato Soru, formada por partidos progresistas y nacionalistas sardos, ha conseguido un relevante 8,6 % del voto. Su alianza está formada desde el centroizquierdista autonomista Proyecto Cerdeña, su partido, hasta el socioliberal Azione/+Europa, pasando por el Partido de la Refundación Comunista.
Estas elecciones se produjeron en un contexto político marcado por la polémica creada por la dura represión policial de las manifestaciones estudiantiles pacíficas a favor de Palestina en Pisa y Florencia. Este hecho ha sido fuertemente criticado por la oposición, pero también por el presidente de la República, Sergio Mattarella, que reprochó públicamente esta actuación y pidió explicaciones a la primera ministra Giorgia Meloni.
La primera ministra ha sufrido su primera derrota en estas elecciones regionales de Cerdeña, que serán utilizadas por la oposición para extender la imagen de desgaste del gobierno. La derrota electoral será imputada directamente a Meloni, que impuso a Truzzu como candidato de la coalición de la derecha. Por el contrario, la victoria del PD como lista más votada y la presidencia conseguida por el M5S podrán impulsar a la oposición progresista, así como favorecer su unidad, en vísperas de las elecciones regionales de Abruzzo y a apenas unos meses de las europeas, que serán dos nuevas pruebas para el actual gobierno nacional.
Esta victoria del centroizquierda es la primera desde 2015 en una región gobernada por la derecha. En los últimos 9 años todos los cambios en las presidencias regionales se habían producido en favor de la derecha. Cerdeña rompe esta tendencia, aunque con un resultado por muy estrecho margen: apenas 3.500 votos separaron a Todde y Truzzu.
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