El conservador anticorrupción TISZA continúa creciendo en las encuestas de intención de voto, aglutinando el voto opositor a la vez que atrae a votantes descontentos con Fidesz. Liderado por un antiguo hombre de confianza del primer ministro Viktor Orbán, Péter Magyar, que saltó a primera línea de la política a principios de año con el objetivo de «denunciar la corrupción del gobierno de Orbán», TISZA está logrando datos históricos en las encuestas. Desde 2006, cuando tras una reducida victoria de los socialistas, estos se hundieron poco después tras filtrarse el reconocimiento en privado del entonces primer ministro de haber mentido en campaña sobre la situación del país, Fidesz ha sido el principal partido político de Hungría en todas las encuestas. Sólo fue superado en algunas por la candidatura unitaria de la oposición (si bien en las elecciones logró una aplastante victoria), pero siempre manteniéndose como el partido con más apoyos.
Ahora, las dos últimas encuestas electorales publicadas en Hungría, de Publicus y 21 Kutatóközpont dejan a Fidesz en segunda posición por primera vez en casi dos décadas y cuando ya hemos pasado el ecuador de esta legislatura. De acuerdo con la primera, TISZA crece 14 puntos respecto a junio y se coloca con un 39 % de intención de voto. En el mismo periodo, Fidesz baja 6 puntos hasta el 37 %, uno de sus niveles de apoyo más bajos en los últimos tiempos, en buena medida motivada por la cada vez menor satisfacción con la dirección del país (28 %, según esta encuesta). Por su parte, la alianza progresista liderada por DK y MSZP, se queda en un reducido 8 %.
En cuanto a la encuesta de 21 Kutatóközpont muestra un escenario similar, con TISZA subiendo 10 puntos desde junio hasta el 42 %. Fidesz baja 4 puntos hasta el 40 %, manteniendo el liderazgo únicamente en las zonas rurales. La Alianza Socialdemócrata-Verde y el ultraderechista Nuestra Patria empatan con un 5 % cada uno, un porcentaje ya muy similar al que mantiene el satírico Perro de Dos Colas.
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