Los socialdemócratas ganan ampliamente las elecciones estatales de Viena, tal y como llevan haciendo desde la restauración de la democracia tras la dictadura nazi. La formación de centroizquierda del alcalde Michael Ludwig, que dirige la ciudad-estado desde 2018, podrá seguir en el gobierno un nuevo mandato, pudiendo elegir socio entre liberales, verdes o populares.
Los socialdemócratas aguantan mejor de lo previsto por los sondeos a pie de urna, que les situaban en torno al 37,5 % y perdiendo la mayoría que suma su actual coalición con el liberal NEOS. Finalmente, los socialdemócratas han obtenido un 39,5 % del voto y 43 escaños. También acaban mejor de lo esperado los Verdes, que casi repiten el resultado de las elecciones de 2020, con un 14,2 % y 15 escaños.
Por su parte, la ultraderecha del FPÖ regresa a la segunda posición, aunque con menos fuerza de lo que lo hizo en 2015, cuando superó el 30 %. Ahora se sitúa con un 20,7 % y 22 escaños, un crecimiento muy importante con respecto a 2020. Este auge se produce mayormente en perjuicio del Partido Popular, que pierde más de la mitad de sus apoyos, quedándose con un 9,7 % y 10 escaños. Los populares son así superados incluso por el liberal NEOS, que crece un par de puntos hasta el 9,8 % y los 10 escaños tras su paso por el gobierno municipal.
Por debajo de la barrera electoral se quedan el Partido Comunista, que casi dobla sus apoyos hasta el 4 % del voto, y el ultraderechista Team HC Strache, liderado por el exlíder nacional del FPÖ, que baja hasta el 1,1 %.

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