El socialdemócrata Lula da Silva, actual presidente y candidato del Partido de los Trabajadores de cara a las próximas elecciones presidenciales de 2026, se mantiene como favorito. El candidato de izquierdas aspira a un cuarto mandato presidencial (el segundo consecutivo) y, por ahora, las encuestas electorales son unánimes al situarle como favorito, si bien es beneficiado en estos momentos por la fragmentación opositora y la incertidumbre sobre cómo quedarán finalmente estas candidaturas presidenciales.
En la última semana ha quedado confirmada la candidatura de Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, inhabilitado y condenado a prisión por su intento de golpe de Estado en 2022. Esta candidatura aspira a rivalizar con Lula da Silva aprovechando el capital político de su padre, aunque también podría poner un mayor techo al voto de la oposición, al contar con mayor rechazo de sectores moderados.
De acuerdo con la última encuesta electoral de Datafolha, Lula da Silva se sitúa primero con un 41 % de intención de voto, similar a la marca registrada en el pasado mes de julio. Por su parte, Flávio Bolsonaro se quedaría con un 18 % de intención de voto, estando más cerca de ser tercero que primero. Así, el centroderechista Ratinho Jr., del Partido Social Democrático, se sitúa con un 12 %. Ronaldo Caiado, del conservador Unión Brasil, se sitúa con un 7 %, y Romeu Zema, de la derecha libertaria de Novo, se coloca con un 6 %.
Las perspectivas para Lula, así, serían algo mejores en el caso de enfrentarse a Flávio Bolsonaro como candidato de la derecha. Esta encuesta apunta que en el caso de que fuera el gobernador de São Paulo, Tarcísio Freitas (Republicanos), que durante estos meses ha sido visto como principal contrincante de Lula, su candidatura alcanzaría el 23 %, restando apoyos a Ratinho Jr. (11 %, -1 %), Caiado (6 %, -1 %) y, sobre todo, Zema (3 %, -3 %). En una segunda vuelta, Lula ganaría con un 47 % frente al 42 % de Freitas, una ventaja sustancialmente menor a la que registra en el escenario de un enfrentamiento contra Flávio Bolsonaro, de un 51 % para el actual presidente frente a un 36 % para el aspirante derechista.
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