El panorama político irlandés se sigue moviendo progresivamente. La irrupción de la inmigración como uno de los principales temas de la agenda pública en los últimos meses podría convertirse en uno de los principales factores de voto de cara a las próximas elecciones. En un sistema político en el que ninguno de los principales partidos representa posiciones puramente anti-inmigración, el hecho de que la inmigración se haya convertido en el segundo problema del país, según las encuestas de opinión, por detrás de la vivienda, abre una ventana de oportunidad para nuevos partidos. Según una reciente encuesta, un tercio de los irlandeses se plantearía votar por un partido anti-inmigración.
Por ahora, el partido más perjudicado por la emergencia de esta nueva cuestión en el debate público está siendo el Sinn Féin, que acumula un descenso de 5 puntos en tres meses. El partido nacionalista de izquierdas se mantiene como primera fuerza con un 27,5 % de intención de voto, varios puntos por encima de los últimos resultados electorales. El principal destino de los votantes que están dejando de apoyar al Sinn Féin y a otros partidos principales son los candidatos independientes, que han pasado en unos meses de en torno a un 10 % a un 17,5 % de intención de voto. El Fine Gael del primer ministro Leo Varadkar se sitúa con un 19,5 %, un par de puntos por encima del Fianna Fáil, que registra un 17 %. Los Socialdemócratas se mantienen por encima del último resultado electoral, con un 5,5 %. El Partido Laborista se mantiene con un 4 %, el Verde se sitúa con un 3,5 %, y Solidaridad-PBP y Aontú empatan con un 3 % cada uno.
Be the first to comment